En febrero de este año, fue noticia la aparición de siete esqueletos dentro del barco pirata Whydah, que se hundió en 1717 frente a la costa de Cape Cod, en Massachusetts (Estados Unidos), tras quedar atrapado en una violenta tormenta en el Atlántico. Los restos desenterrados se encontraban dentro de varias aglomeraciones de material y el equipo del explorador Barry Clifford, que descubrió el Whydah en 1984, hoy los estudia para averiguar quiénes eran esos siete piratas. Su capitán, Samuel Bellamy, apodado 'Sam el Negro', ya fue identificado en 2018, gracias a un descendiente de sangre que vive en Inglaterra.
Whydah es el único barco naufragado de la edad de oro de la piratería totalmente autentificado que se ha descubierto jamás
Inicialmente construido para el comercio de esclavos, el Whydah es el único barco naufragado de la edad de oro de la piratería totalmente autentificado que se ha descubierto jamás.
Fue bautizado con este nombre en honor a Ouidah, un antiguo reino de África occidental, situado en el actual Benín, que floreció con el comercio de personas.

Su hallazgo en la costa de Nueva Inglaterra ha despertado gran interés entre sus habitantes, a quienes les encantan los buenos misterios, especialmente en lo que respecta a la rica historia marítima de la región, por lo que no es de extrañar que su hundimiento haya proporcionado a generaciones de curiosos un sinfín de leyendas y tradiciones.
Historia del Whydah Gally
El Whydah Gally, de cerca de 35 metros y 300 toneladas de peso, fue secuestrado durante su viaje inaugural poco después de partir de Jamaica. El capitán y su tripulación lo utilizaron para piratear otros barcos antes de navegar hacia el norte hasta la costa de Wellfleet, Massachusetts, donde se cree que la amante de Belamy, Maria Hallet, lo estaba esperando.
Solo dos de los 146 hombres a bordo sobrevivieron al accidente. Se cree que contenía el tesoro de otras 53 embarcaciones
Pero el Whydah Gally nunca llegó a su destino. Según cuenta la leyenda, la tripulación estaba demasiado borracha para terminar el viaje y el barco chocó con un poderoso Nor'easter. Vientos de hasta 70 millas por hora agitaron el mar, provocando marejadas. Aunque estaban a la vista de la tierra, la tripulación no pudo navegar la tormenta y se estrelló con la popa contra un banco de arena, rompiéndose. Solo dos de los 146 hombres a bordo sobrevivieron al accidente. Se cree que contenía el tesoro de otras 53 embarcaciones, y cuando se difundieron las noticias sobre la fortuna perdida, la gente acudió en masa a la playa y las aguas.
Tras este hundimiento, surgieron numerosos interrogantes: ¿Dónde estaba la tumba de agua del barco? ¿Cuánto tesoro había realmente en su bodega?
Barry Clifford y el descubrimiento
Pero estas preguntas quedarían sin respuesta durante los siguientes 260 años, hasta que el explorador submarino Barry Clifford encontró los restos del barco en 1984. Fue un hallazgo monumental.
Para él, la historia de esta embarcación resultaba demasiado intrigante para resistirse. Fascinado por ella desde niño, estaba convencido de que podía encontrarlo. Pero no todos eran tan optimistas, y el arqueólogo resistió a los escépticos y críticos que creían que el barco era tan esquivo como los piratas que una vez surcaron las aguas del Atlántico.
En marzo de 1984, se puso manos a la obra y el arduo trabajo dio sus frutos.

Desde entonces, Clifford y su equipo han recuperado más de 200.000 artefactos del barco, incluidas monedas, cañones y armas hechas a mano, entre otros. Juntos cuentan una historia fascinante sobre el pirata promedio de principios del siglo XVIII y cómo luchó. Quizás el elemento más emocionante para los historiadores fue la campana del barco, recuperada en el otoño de 1985. Con la inscripción "The whydah gally 1716", sirve como prueba definitiva de la identidad y autenticidad del barco.
En el verano de 2016, el explorador inauguró el Museo Pirata de Whydah en West Yarmouth, Massachusetts, el único museo del mundo que presenta tesoros auténticos de un barco pirata
En el verano de 2016, el explorador inauguró el Museo Pirata de Whydah en West Yarmouth, Massachusetts, el único museo del mundo que presenta tesoros auténticos de un barco pirata. Un monumento de más de 3.600 metros cuadrados al viejo barco, que incluye una réplica de tamaño natural del Whydah Gally original.
El Whydah, los piratas y su época
Los artefactos recuperados del sitio confirman muchos puntos sobre los piratas hechos por observadores contemporáneos, incluidas características tan importantes de su sociedad como su igualitarismo, internacionalismo, tolerancia racial y su tipo único de democracia.
Sin embargo, lo que es más importante, han salido a la luz aspectos previamente desconocidos de la subcultura de la piratería. Su adaptación y uso de armamento, por ejemplo, han proporcionado nuevos conocimientos no solo sobre sus operaciones y tácticas, sino también sobre su indumentaria.
Hay inscripciones de varios símbolos masónicos, incluida la representación más antigua de un sello de la masonería, que establecen conexiones entre los piratas y una serie de grupos poco organizados de disidentes políticos británicos
Los grafitis inscritos por los miembros de la tripulación de Whydah en objetos como placas de peltre revelan no solo símbolos piratas típicos como diseños de "corazón herido" y "reloj de arena", sino también inscripciones de varios símbolos masónicos, incluida la representación más antigua de un sello de la masonería, que establecen conexiones entre los piratas y una serie de grupos poco organizados de disidentes políticos británicos.
De igual importancia es el hecho de que el Whydah fue originalmente construido y utilizado como esclavista antes de ser capturado por Sam Bellamy y su tripulación. Como tal, este naufragio es uno de los pocos que representan una embarcación involucrada en el Comercio Triangular y el Pasaje del Medio. Los artefactos recuperados de esta etapa de su carrera, como los grilletes de esclavos y la estufa utilizada para preparar provisiones para los cautivos, son muy importantes como "eslabones vivos" o "piedras de toque" de un episodio extraordinariamente trágico en la historia de la Humanidad.

Las historias de estos objetos, así como la del propio barco, unen más de una docena de países en cuatro continentes. Por ejemplo, las más de quince mil monedas recuperadas hasta ahora representan el conjunto numismáticamente más diverso de monedas del tesoro de naufragios jamás encontrado.
La colección única e históricamente invaluable de joyas de oro Akan no solo es la primera datable de este tipo de oro en todo el mundo, sino que parecen ser los únicos ejemplos que han sobrevivido desde el período c. 1500-1870; todos los demás adornos de oro de este tipo se fundieron en monedas por los europeos, o refundidas en nuevas joyas por los propios africanos.