Porsche 911 Turbo 2016: contacto exclusivo

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Por Javier Barranco (desde Johannesburgo, Sudáfrica)

 

Ver presentación.

 

La última versión de este auto diabólico fue presentada el día de hoy a unos pocos medios seleccionados de todo el mundo. Fue en el circuito de Kyalami, en los alrededores de Johannesburgo, el mismo en el que Pedro Rodríguez ganó con un Cooper con motor Maserati, el primero de los dos GPs de Formula 1 en los que triunfo.

 

Fue en 1967 y desde entonces hasta ahora el trazado ha sufrido numerosos cambios. Como en aquel Gran Premio, nosotros hemos tenido la oportunidad de volar bajo sobre el suelo sudafricano, y la primera duda que nos viene a la cabeza es si estos Porsche 911 Turbo y Turbo S son más rápidos que aquellos F1 de hace casi 50 años. No hay duda, lo son. 

 

No sé si el nuevo Porsche 911 Turbo es el auto de calle más rápido que he probado en un circuito,  pero al menos sí lo parece. Tengo dudas de si su hermano el GT3 RS pueda bajar el crono de este nuevo Turbo, en sus dos versiones. Posiblemente en una pista algo más lenta que esta de Kyalami el GT3 RS se imponga. Pero pocos autos más le pueden hacer sombra; en lo referente a sensaciones, ninguno.

 

 

 

Cada vez que se pisa el acelerador y los dos turbos empiezan a cargar los seis cilindros del bóxer con 3.8 litros es un festival de adrenalina, con una alta carga de dinamita. Es una patada en la espalda, un disloque de cuello, incluso hay veces que hay que agarrarse fuerte al volante, como si fueras en moto. La aceleración resulta extremadamente alta, 3 segundos para el ¿normal? en el 0 a 100 km/h y 2,9 para el Turbo S.

 

Pero no solo acelera y transmite como ningún otro auto lo hace, además es que la tracción,  con las cuatro ruedas motrices, resulta extraordinariamente alta, y el paso por curva, demoledor. Aguanta cualquier cosa que se nos ocurra hacer (bien o mal), no se descompone en sus trayectorias y lo pone todo muy fácil, justo todo lo contrario del primer Turbo de 1973, un auto imposible de llevar derecho con sus 260 caballos, menos de la mitad que el actual. El nuevo Turbo es suave, para inmediatamente después convertirse en una fiera. No hay transición entre  una cosa y la contraria.

 

Uno de los grandes méritos de Porsche ha sido que con una arquitectura (motor por detrás del eje trasero) trasnochada han conseguido hacer un milagro y que los 911 vayan bien en prácticamente todos los terrenos. Pero más milagroso es si cabe que estos dos Turbo, con un torque de 554 libras/pie y una potencia de 540 o 580 caballos, se consiga un comportamiento tan excelso. El Turbo se puede conducir con la mayor suavidad del mundo o con la contundencia con la que Lucifer manejaba su martillo.

 

 

Todo es muy parecido en este nuevo Turbo, pero todo resulta mejor. El tacto de los frenos, tanto de acero como cerámicos, la dirección con el eje trasero que también  gira, los ajustes de la suspensión y también el interior, especialmente el nuevo equipo multimedia con sistema Apple Car; excelente por intuitivo y rápido, aunque tengas que tener un IPhone para que sea realmente útil al 100%.

 

Nuestros clientes tienen en un 75% dispositivos de la marca Apple y por eso hemos tomado esta decisión, aunque no descartamos que en el futuro pueda funcionar también con un sistema Android”, nos comentaron en Porsche.

 

Definitivamente Porsche ha hecho el arma absoluta, el auto de todos los sueños, lo mejor de todos los mundos y esto durará hasta que hagan la siguiente generación.