La tradición Speedster de Porsche continúa con una interpretación que recoge lo mejor del potencial dinámico del 911 GT3 y el 911 R, exclusivamente con caja manual de seis marchas, una estética roadster biplaza sin rival en el mercado y un precio un tanto desmesurado…
Por Edmundo Cano Texto: Juan Ignacio Eguiara Fotos: Archivo
Se puede decir que
Porsche ya nació con esta vocación de ser Roadster por naturaleza. Y el
Speedster no es otra cosa que llevarlo a su estado más puro. Porque el primer Porsche de la historia, el 356 No. 1 se puede considerar ya una especie de Speedster en potencia. Por eso a esta última generación 991.2 que acaba de desaparecer, le tenían preparada una sorpresa que nos permite seguir alimentando
el mito Speedster. Y aprovechando el año de nacimiento de aquel modelo original, se está fabricando
una edición limitada a solo 1,948 ejemplares.

Esta versión, que ahora se lanzó coetáneamente con
el nuevo 911 (992), está basada en el
911 R (2016) y el
911 GT3 (de la generación 991.2). Así que
el resultado final no puede salir malo de ninguna manera. Cuando pones los mejores ingredientes en una receta, difícilmente harás un mal plato.
Así que este Speedster cuenta con e
l impresionante motor bóxer atmosférico con cuatro litros y 510 HP. Por supuesto lleva la tapa trasera con la doble joroba que integra los dos arcos antivuelco detrás de los asientos. Esta tapa es la pieza más grande que ha fabricado nunca Porsche de polímero reforzado de fibra de carbono (CFRP).
Esa tapa esconde el techo de lona que tiene una estructura cinemática manual mucho más simple —y menos pesada— pero que permite también utilizarlo en los días de lluvia. El techo se queda más bajo y cuesta más trabajo entrar, pero
la línea del coche, con su parabrisas inclinado, mantiene un equilibrio perfecto. Si bien un Speedster es para verlo siempre abierto, los techos están pensados solamente para el “por si acaso”.

La ligereza es una de las claves en todo buen Speedster y con esta nueva generación
han rebajado gramo a gramo con el uso del carbono en puntos clave como el cofre, que reduce 2 kg frente al del GT3. Los alerones y faldones también proceden del GT3 y del R, aunque el labio inferior frontal es de diseño propio.
Lo que no se ha conservado del
concept car que vimos meses antes de que se lanzase la versión comercial del Speedster, son los espejos retrovisores tipo Talbot que llevaba. Los de éste son espejos regulables eléctricamente normales (una pena). En el interior también
se ha intentado aligerar el peso con los clásicos tiradores de puerta de lona, o las redes para guardar objetos en la puerta o los asientos tipo baquet con estructura de fibra de carbono.

Aunque como novedad, esta generación de Speedster
puede montar opcionalmente un paquete especial que se llama Heritage Design. Incluye una tapicería en negro y cognac con detalles dorados, pintura especial en blanco para parte del frontal y aletas combinado con un plata metálico que recuerda a versiones de carreras históricas de la marca. También hay posibilidad de adornar con calcomanías en las puertas con el número que el cliente desee (con solo dos dígitos). Asimismo se pueden montar los logos en color dorado, como los modelos de los años 50.

Como ya hemos dicho, el corazón del nuevo Speedster tiene
un seis cilindros bóxer atmosférico de cuatro litros y 510 HP a 8,400 rpm y es capaz de subir hasta las 9,000 rpm. Esto le permite acelerar el 0 a 100 km/h en cuatro segundos y alcanzar los 310 km/h. La única diferencia con el motor del GT3 es que lleva dos filtros de partículas para cumplir las nuevas normativas contaminantes.
Además de unas ligeras modificaciones en los inyectores y la admisión,
el escape pesa 10 kg menos (incluyendo los dos filtros) gracias al empleo de la tecnología de paredes delgadas de acero inoxidable y una soldadura fuerte. Así tenemos un 911 que pesa 1,465 kg y logra una relación peso/potencia de 2.87 kg/HP.

Como detalle particular y muy interesante,
el Speedster se ofrece únicamente con cambio manual de seis relaciones y función punta-tacón. Esta caja es la denominada GT como la que llevaba en su día el Carrera GT y pesa 17 kg menos que una PDK y alrededor de cuatro menos que una caja manual de siete marchas como las que lleva el 911 (991) Carrera de serie.
Es un propulsión con un diferencial mecánico autoblocante y,
lo más importante, la dirección en el eje trasero. El chasís es heredado directamente de los 911 GT3 y 911 R con el control de par vectorial, el control de estabilidad y la suspensión activa rebajada 25 mm. Los rines son de 20 pulgadas de diámetro con tuerca central y esconden unos discos de freno cerámicos que trae de serie.

Ciertamente este nuevo Speedster es un producto muy especial, por lo que el precio también lo es. Lejos están los días cuando el importador de Porsche en Estados Unidos, Max Hoffmann, solicitó a la central en Alemania que
fabricaran una versión barata del 356 America Roadster que se acabó denominando Speedster. Así nació el nombre, pero la filosofía de barato ya ha quedado atrás. Al contrario, se trata de la versión más cara, porque este nuevo 911 Speedster cuesta más que un
911 GT3 RS, por ejemplo.
Motor: |
Trasero longitudinal de seis cilindros opuestos, tipo Bóxer, 3,996 cc. |
Alimentación: |
Inyección directa con presión de 250 bar, atmosférico. |
Potencia y Par: |
502 HP a 8,400 rpm; 470 Nm a 6,250 rpm. |
Transmisión: |
Propulsión trasera con diferencial autoblocante mecánico, cambio manual de seis velocidades. |
Suspensión: |
Independiente tipo MacPherson adelante, multibrazo atrás. |
Frenos: |
Discos cerámicos perforados y ventilados. |
Neumáticos: |
245/35 R20 delante y 305/30 R20 detrás. |
Largo X Ancho X Alto: |
4,562 mm x 1,852 mm x 1,250 mm |
Peso: |
1,465 kg |
Velocidad Máx.: |
310 km/h. |
Aceleración: |
0-100 km/h: 4.0 s. |