La nieta de Steve McQueen en persona, Molly McQueen, estuvo presente en el stand de Ford Motor Company en el NAIAS 2018 para develar el nuevo Mustang Bullitt, una edición limitada que emula al Mustang GT390 1968 que Steve McQueen, personificando al detective Frank Bullitt en la película “Bullitt”, condujo dando caza a un Dodge Charger 1968 color negro, en una de las más famosas persecuciones en la historia del cine. Tristemente, no hay un video con la persecución completa, así que aquí se las dejamos en 3 partes.
https://www.youtube.com/watch?v=qgQfm0yW9aE
https://www.youtube.com/watch?v=31JgMAHVeg0
https://www.youtube.com/watch?v=wk9SZbrh_Tg&t=5s
Lanzado justo 50 años después de la aparición del filme, la apariencia exterior del nuevo Bullitt replica perfectamente la del auto de la película, gracias al color Dark Highland Green, los rines de diseño retro con los brazos pintados de negro, las molduras cromadas en las ventanillas laterales, y la ausencia del clásico logo de Mustang en la parrilla con rejilla negra. El único emblema de “Bullitt” en todo el coche está presente en el tapón del tanque de gasolina trasero. El color Shadow Black es opcional.
Afortunadamente, el Mustang Bullitt no es solo un paquete estético. De entrada, está basado en el Mustang GT Premium con el Performance Package, a lo que se añade un tracto de aire mejorado para el V8 de 5.0 litros, que desemboca en un múltiple de admisión idéntico al del Shelby GT350 con un cuerpo de aceleración de 87 mm. Esto, además de una recalibración del motor, y del sistema de escape con válvulas hidráulicas con puntas de escape negras –detalle exclusivo del Bullitt- le permiten ofrecer 475 hp y 420 lb/pie de torque, una ganancia significativa sobre los 460 hp del GT regular.
En la cabina encontramos costuras para las vestiduras en color verde muy parecido al de la carrocería, un panel de instrumentos totalmente digital idéntico al del GT regular, con la excepción de que la imagen de bienvenida es una imagen del auto y no el logo de Mustang, y un pomo de palanca que es una simple bola blanca, tal como el auto de la película. Asientos Recaro en piel negra son opcionales, así como también lo es la suspensión semi-activa MagneRide, y el conjunto Electronics Package, que incluye sat-nav, asientos y espejos con memoria, alertas de punto ciego y un sistema de sonido más potente.
Compartiendo el escenario con el nuevo Mustang Bullitt y con Molly McQueen estuvo el Mustang GT390 1968 original de la película, uno de los dos que se usaron. Hace algunos meses reportamos el hallazgo del segundo auto en un deshuesadero de Baja California, aquí en México. El primero de ellos, sin embargo, había estado “en hibernación” durante décadas. Luego de usarse en el film, lo compró un detective de nombre Frank Marranca, quien lo vendió en 1974 a Bob Kiernan. El y su familia lo usaron durante décadas como su único auto, hasta que la mecánica dio de si y simplemente lo guardó en un garaje durante décadas. El paradero del auto era bien conocido, y muchos coleccionistas, e incluso el propio Steve McQueen, trataron de comprarlo, con un rotundo “no” como respuesta. Kiernan falleció en el 2014 y heredó el auto a su hijo Sean, quien fue contactado por Ford para “desenterrar” el Mustang Bullitt original para que pudiera estar presente en la presentación de la nueva edición especial en el NAIAS.
Luego de más de 30 años de estar almacenado en un garaje de Memphis, el Mustang GT390 con el número serial 559 –su gemelo bajacaliforniano recién encontrado es el 558- se mantiene prácticamente igual que hace 50 años, con las modificaciones y los refuerzos que se le hicieron para poder ser usado en los stunts de la película, y varias calcomanías que acreditan que el auto alguna vez fue propiedad del estudio Warner Bros. Una auténtica cápsula del tiempo.