Lincoln MKC: prueba de manejo

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Dividido el Driver Control en tres modos, cambia seriamente la actitud de esta SUV. Si procuramos el modo Comfort y todo lo demás Normal o Sport, la suspensión exhibe una excesiva suavidad de la amortiguación que produce acusados balanceos en las curvas, provocando un subviraje de sabor antiguo. 
 
Lo mejor ocurre cuando utilizamos el modo Sport en todos los parámetros, empezando por el botón de la caja. La marcha se vuelve muy firme, dura a veces y todas las acciones dirigidas desde los mandos son más lineales. Gracias a toda la supervisión electrónica y mecánica, el subviraje en curva apenas asoma.
 
En vías amplias podemos acelerar y cambiar el rumbo, con una facilidad que otorga confianza. Sobresalen los frenos, que muestran excelente mordiente y mejor control, pues salvo el cabeceo obligado por su altura y masa, todo permanece bajo dominio.
 
Un producto de calidad en acabados interiores y un tren motor notable mejor explotado por un chasis bien pulido y cuidado. A un precio sobre los 620 mil pesos, resulta una apuesta de lujo tentadora para automovilistas que buscan una gran relación valor/precio.
 
NOS GUSTA
Acabados excelentes
Vivacidad del tren motor
Frenos notables
 
NOS GUSTARÍA
Mejor rendimiento de combustible
Caja de más velocidades
Menor masa
 
 

Resumen técnico

 

MOTOR

Tipo/cilindrada: L4, 2.3 l, turbo

Potencia máxima: 285 hp a 5,500 rpm

Par máximo: 413 Nm a 2,750 rpm

TRANSMISIÓN

Caja: Automática, seis velocidades

Tracción: Integral permanente

DIMENSIONES

Largo x ancho x alto: 455 x 186 x 165 cm

Distancia entre ejes: 269 cm

Cajuela: 430 litros

Tanque de combustible: 58 litros

Peso vacío: 1,810 kg

PRUEBAS AUTOMÓVIL (a 2,240 msnm)

0 a 400 metros: 16.16 s

Rebase 80 a 120 km/h: 5.83 s

Frenado de 100 a 0 km/h: 39.3 m