La renovación de su icónica pick-up de máximo lujo confirma que en General Motors siguen creyendo en el futuro… sin olvidar el pasado.
Por Edmundo Cano Texto: Gilberto Samperio Fotos: Carlos Quevedo
Pese a las modas y tendencias, las pick-ups todavía observan un nivel de ventas muy aceptable, sobre todo en su país de origen, Estados Unidos. Y dentro del segmento de las llamadas personales, destacan ejemplares que en otras circunstancias serían catalogados como premium tanto por el nivel de equipamiento como de su posicionamiento comercial. Bajo esta condición figuran
las camionetas promovidas por la filial GMC, que destacan no sólo por una estética seriamente diferenciada de sus hermanas de Chevrolet, sino que disponen de lo más reciente en términos de tecnología, aunque en el caso de los vehículos laborales esta directriz apunta hacia la comunicación e interacción digital en lugar de los llamados “fierros”, vulgo el tren motor o bastidor.
En esta
renovación de plataforma, la elitista firma presume un bastidor robusto que es 40 kg (88 libras) más ligero que su antecesor y goza de una ganancia del 10% en rigidez torsional. Además, si consideramos el
ahorro de peso mediante la utilización de materiales ligeros como el aluminio en puertas, cofre y portón así como el uso extensivo de plásticos, la marca logra una disminución de 163 kg (360 libras) en total. Nada mal para una camioneta de tamaño completo (Full-size) con todos los extras incluidos.
Estas ventajas conceden una distancia entre ejes más larga, lo cual se refleja en una cabina todavía más amplia, comprobado mediante nuestras mediciones de interiores.
A ello se suman varios extras tanto en términos de comodidad –los sillones delanteros son muy buenos-, como de amenidades destinadas al beneplácito de sus usuarios.
Por ejemplo, la segunda fila dispone de
un muy buen espacio para las piernas amén de que los acojinados resultan mucho mejores para viajes largos, un punto débil en la mayoría de las pick-ups doble cabina. Y abundan los huecos y compartimentos en todo el habitáculo: desde la gran consola central que puede alojar una laptop pequeña, pasando por los grandes portamapas de las puertas hasta los huecos disimulados en los respaldos de la segunda fila. Eso sin olvidarnos de la crecida área de carga, confirmada al primer vistazo de la batea.
En cuanto al interior,
sobresalen las cuadraturas como eje de diseño, pero con acentos y toques que nos recuerdan al concepto tradicional de un robot. De acuerdo a esta nueva costumbre de pantallas táctiles al centro del tablero que simplifican el uso de mandos y perillas, contrasta seriamente el uso de una franja de abundante botonería debajo del HVAC porque la preponderancia estética de la táctil es imposible de soslayar. Respecto a su opuesto en términos de activación, prácticamente hay un pulsador para casi cada función, una premisa de diseño muy norteamericana.
Debajo de la cúpula, se conservan los relojes obligados del velocímetro y tacómetro, enmarcados por arillos octogonales, figura que se repite en las toberas de ventilación y en las manijas. En medio de los analógicos brilla el despliegue electrónico que nos facilita información de todos los vitales de la camioneta. Estos son coronados por indicadores virtuales del motor; manómetro del aceite, termómetro del agua, del depósito de combustible y un voltímetro.
Por si no bastara con el excesivo teclado del centro, al costado de la cúpula se hallan los mandos que regulan el sistema de tracción –4x4-, pormenores de iluminación, los modos del tren motor así como los que facilitan el ajuste del HUD, la visión virtual sobre el parabrisas que es una primicia en este segmento de vehículos rudos.
Imagen ruda
Por fuera, las cosas son tan dramáticas que a más de uno lo dejará boquiabierto. Por su gran tamaño,
predomina una enorme parrilla cromada que dice "abran paso los débiles". La flanquean grupos ópticos muy barrocos en forma de C, elaborados bajo la tecnología LED. Le sigue un costado alto y muy fuerte, que cierra en una gran caja de carga.
Aquí destaca lo que en casa le llaman Multipro TailGate, que deja atrás la funcionalidad mínima de este portón para dar espacio a una especie de segunda puerta abisagrada que concede varias combinaciones –seis según sus creadores–: desde la simple, pasando por una dividida alta que crea una especie de mesa, seguida por una que deja libre un escalón de acceso a la batea, un par de combinaciones entre las minipuertas y finaliza con un tipo de retén que le otorga un poco más longitud a la misma.
Si hablamos de su corazón, esta nueva Sierra posee
el clásico V8 de 6.2 l atmosférico que entrega 425 HP y un generoso torque de 623 Nm (460 libras-pie). Para este propulsor solo se ofrece a manera de comparsa
la nueva transmisión automática de 10 relaciones. Una tecnología que busca sobre todo ahorrar combustible.
Su calidad de marcha tiende a saltona, punto ineludible si hablamos de un vehículo concebido para labores pesadas como carga y remolque, lo que sumado a una obligada durabilidad hacen de esta Sierra una camioneta fuerte, ruda pero muy atractiva.

Al rodar en carreteras de buen asfalto, la marcha califica de buena, aislada por su terminación de lujo. Sobra decir que
casi no hay que efectuar cambios de relación pues el cerebro de la transmisión reacciona muy bien a nuestras solicitudes. De hecho, basta con superar el tercio de carrera del acelerador para que el V8 nos complazca con su generoso torque para solventar casi cualquier paso o requerimiento de velocidad.
Eso sí,
por su gran longitud no es una camioneta para la ciudad. Cuesta tiempo y esfuerzo su acomodo en pasos y calles estrechas, aunque contamos con la invaluable ayuda del perímetro de cámaras, que nos da hasta seis vistas posibles, una excelente herramienta para rodar en ambientes citadinos.
Una de las curiosidades que apreciamos en nuestras pruebas dinámicas es que
la velocidad máxima de esta Sierra es de 170 km/h, que ocurre justamente cuando la quinta relación alcanza su pico de cambio –5,800 rpm– y después la caja decae progresivamente engranaje por engranaje, los cinco restantes, hasta lograr un ritmo sosegado para el V8. Desafortunadamente, no consigue ahorros de consideración pues
con una masa superior a las dos toneladas y media no hay manera de restringirle el apetito al 6.2 l.
Conclusión
Sin duda,
la GMC Sierra Denali es una maravilla a ojos de los que aman las pick-ups. Su gran y mejorado tamaño, aunado a un tren motor muy eficaz y acompañado de un equipamiento tan completo, justifican sin problemas la etiqueta de 1.2 millones de pesos. Una oferta que solo pudientes empresarios agroindustriales o profesionales de la construcción podrán volverla su capricho personal.
Datos Oficiales
PRECIO
769,700 y 1,214,000 pesos
MOTOR
Situación: |
Delantero longitudinal |
No. de cilindros: |
Ocho en V |
Bloque/cabeza: |
Aluminio/aluminio |
Distribución: |
OHV, 16 válvulas, VVT |
Alimentación: |
Inyección directa |
Cilindrada: |
6,162 cc / 6.2 l |
Diámetro x carrera: |
103.2 x 92.0 mm |
Compresión: |
11.0:1 |
Combustible: |
Gasolina, 89 oct |
Potencia máx. |
420 HP a 5,600 rpm |
Par máximo |
623 Nm (460 lb-pie)
a 4,100 rpm |
TRANSMISIÓN
Caja: |
Automática, 10 velocidades |
Tracción. |
Trasera, eje del. conect. |
Embrague: |
Convertidor de par |
BASTIDOR
Suspensión delantera: |
Triángulos sobrepuestos |
Suspensión trasera: |
Eje rígido |
Elemento elástico: |
Resortes/muelles |
Estabilizadora del / tras. |
Sí/No |
Frenos delanteros: |
Discos vents., 345 mm |
Frenos traseros: |
Discos vents., 360 mm |
Dirección: |
Eléctrica |
Giros del volante: |
3.0 |
Diámetro de giro: |
13.0 m |
RENDIMIENTOS
Velocidad máxima: |
N.D. |
Aceleración 0-100 km/h |
N.D. |
Consumo medio: |
7.1 km/l |
Emisiones de CO2: |
320 gr/km |
CARRROCERIA
Peso/báscula: |
2,470 / 2,540 kg |
Largo/Ancho/Alto: |
588/206/191 cm |
Dist. entre ejes/vías: |
175-175 cm |
Cajuela: |
158 cm |
Nuestras mediciones
Potencia: |
420.5 hp a 5,650 rpm |
Par: |
625 Nm (461 lb-pie)
a 4,495 rpm |
Relación peso/potencia: |
6.04 kg/hp |
Potencia específica: |
67.82 HP/l |
0-100 km/h |
9.05 s |
100-0 km/h: |
41.7 m |
Consumo medio: |
7.1 km/l |
Costo de neumáticos: |
33,200 pesos |
Gasto anual de combustible: |
59,071 pesos |
Servicios 60 mil km |
36 mil s/costo; 6,178 pesos |