Aunque Volkswagen ya avisó hace unas semanas que los coches pequeños subirían sus precios en la nueva movilidad, la marca de Wolfsburg ya ha iniciado todos sus planes para, en el futuro, contar con una gama de coches eléctricos que puedan sustituir a los hoy convencionales. Así, ya hemos incluso podido probar el primer modelo que llegará, un ID Neo de tamaño compacto que aterriza en 2019 con el precio de un Golf DIesel TDI.
Si el ID Neo debería en los próximos años representar lo que hoy es el Golf, Volkswagen ya nos ha dejado ver también prototipos de los modelos que podrían sustituir por su formato al Tiguan (el SUV ID Crozz) y al Passat (la berlina ID Vizzion). Pero, ¿y qué hay por debajo? ¿Habrá un eléctrico de partida que represente lo que hoy es el Polo?
El SUV eléctrico llegará en 2023
La respuesta, según nos adelantan hoy nuestros colegas alemanes de Auto Motor und Sport, es sí. Así lo confirma Michael Jost, estratega jefe de producto de VW: “A partir de 2023, a más tardar 2024, también lanzaremos un e-car por menos de 20.000 euros". Sin embargo, este modelo no tendrá el formato de carrocería del Polo, sino que será un SUV utilitario.
En concreto, el futuro SUV eléctrico barato de Volkswagen será más similar al nuevo T-Cross, pero Jost especifica que quizá con un tamaño algo mayor, “más parecido al T-Roc". El modelo, por tanto, podría medir en torno a 4,20 metros de longitud, similar al compacto Neo, pero con una carrocería tipo SUV más alta.
La plataforma en la que estará basado este futuro SUV eléctrico será la nueva arquitectura MEB (un kit modular de electrificación) de la que sale ya toda la futura familia ID eléctrica de Volkswagen. Y según estas primeras informaciones que llegan desde Alemania, debería contar con batería de 48 kWh de capacidad, unos 300 km de autonomía 100% eléctrica y probablemente algo más de 150 CV de potencia.
La inversión ya estará amortizada
Según Jost, este SUV eléctrico tendrá un fácil manejo y todas las ventajas de los coches eléctricos actuales, incluido un buen espacio comparable al de un modelo de combustión, como ya nos ha demostrado también un ID Neo que nada tiene que envidiar a un Golf. El objetivo de Volkswagen es que este modelo sirva como reclamo para la nueva movilidad eléctrica del futuro.
Volkswagen, según nos cuenta Auto Motor und Sport,** pretende en los próximos años poder ofrecer productos eléctricos más baratos gracias** a que, entonces, sus modelos más caros ya habrán absorbido parcialmente las inversiones de la compañía en la plataforma MEB, que será escalable y podrá adaptarse a distintos tamaños, baterías y potencias. Esa es la razón principal por la que el vehículo eléctrico de entrada a su gama deberá esperar al menos 4 años para que llegue al mercado, una vez lo hayan hecho ya el resto de sus hermanos mayores. Y eso se estima, como hemos dicho, para 2023.