Ahí están los dos tranquilitos sobre el agua, pero estoy seguro de que en cuanto arranquen los nuevos Audi RS Q8 (modelo en gris) y el RS Q8 performance (el rojo) un estruendo hará que la tempestad se desate. Porque nuestros protagonistas se han convertido por méritos propios en los SUV de producción más potentes de la historia de la marca de los cuatro aros. Y seguro que no habrán tocado todavía el techo, pero mientras tanto vamos a disfrutar de ellos.

Podemos empezar por su belleza deportiva. Comparados con el SQ8, estos RS Q8 se distinguen rápidamente por contar con un entramado en parrilla y paragolpes con forma romboidal, que incluso en la zona baja está totalmente unido a diferencia del primero. Justo ahí encontramos un nuevo alerón delantero o splitter pintado de color negro de alto brillo para que destaque (en el caso del performance es gris mate). Y de ahí pasamos al extremo contrario, una zaga en donde aparecen dos salidas de escape ovaladas clásicas en los RS de Audi y un difusor nuevo que en su parte central cuenta con un reflector que imita la luz que tienen ahí los coches de carreras.
También he notado cambios en la iluminación. Estos RS Q8 cuentan, como el resto de la gama, con los faros Matrix LED, pero para las fotografías se han instalado los opcionales Matrix LED HD con luz láser que según la marca tienen “un alcance notablemente mayor”. A esto tenemos que añadir las cinco firmas digitales personalizables desde el MMI (pantalla multimedia), siendo una con bandera a cuadros exclusivas de estos dos modelos. En cuanto a los faros posteriores, se utilizan por primera vez unos OLED, también con cinco diseños a elegir.

Nos queda hablar de los “zapatos” de estos RS Q8. De serie partimos de una llanta de 22 pulgadas (295/40), aunque se pueden poner unas de 23” de seis radios en Y con neumáticos 295/35, que son las elegidas de partida para la variante performance. Estas últimas están disponibles en color negro metalizado, oro neodimio mate, gris satinado o negro metalizado de alto brillo. Acompañan este conjunto unos discos de freno RS de material compuesto y ventilados de 420 mm delante y 370 mm detrás, cuyas pinzas se pintan en negro (se pueden pedir en rojo también). Y para el catálogo de extras quedan los cerámicos, que son de serie en el más potente.
Al igual que en el exterior se ofrecen varias posibilidades para las pinturas, entre las que se encuentran las de Audi exclusive, para el interior hay disponibles tres paquetes de diseño RS en tonos rojo, gris o azul (este solo para performance). Luego encontraremos materiales como la microfibra Dinámica fabricada con PET reciclado, asientos deportivos perforados con ventilación, inserciones en carbono mate o madera gris roble, un proyector cuando abrimos la puerta con las letras de cada versión o la incorporación en el Audi virtual cockpit plus (panel de instrumentación de 12,3 pulgadas) de un gráfico para cuando utilizamos el cambio en posición manual similar a de los coches de competición.

Un V8 y dos niveles de potencia
El culpable de desatar la tempestad será el V8 que tienen bajo el capó estos RS Q8. El punto de partida para este bloque de cuatro litros con dos turbos son 600 CV y un par de 800 Nm (entre las 2.200 y las 4.500 rpm), exactamente lo mismo que tenía su antecesor. Con él consigue completar el 0-100 km/h en 3,8 segundos, llegando a los 200 km/h en 13,5 segundos, mientras que su velocidad máxima se limita a 250 km/h (como opcional se puede subir a 280 o 305 km/h)
Ahora bien, el performance cuenta con una configuración distinta que permite estirar este excelso motor hasta los 640 CV y los 850 Nm de par, lo que le convierte en el bloque de combustión producido en serie más potente de la historia de Audi Sport, siendo uno de los culpables de este aumento es el sistema de escape. Y al final esto se nota en las prestaciones, ya que rebaja dos décimas en el 0-100 km/h (3,6 segundos) y ocho para llegar hasta los 200 km/h (12,7 segundos).

Para obtener una dinámica sublime, los RS Q8 cuentan con tracción total quattro, transmisión tiptronic de 8 velocidades, un diferencial central mecánico, la suspensión neumática deportiva adaptativa (puede variar la altura del SUV en un rango de 90 mm), mientras que como opcionales se reservan el sistema de estabilización electromecánica antibalanceo (eAWS) y el paquete dinámico RS plus.
Y si hace unos días os contábamos que el piloto Frank Stippler batía el récord del compacto más rápido con el Audi RS 3 en Nürburgring, días después lo ha vuelto a hacer con el RS Q8 performance para los SUV. En concreto esta vez han ido 7:36,698 minutos, lo que suponen seis segundos menos que el anterior RS Q8.

En dos días se abren los pedidos de estos dos RS Q8, partiendo el primero de los 168.335 euros, mientras que el performance sube hasta los 187.615 euros.