Aunque su diseño lleno de aristas no de esa sensación, al Toyota RAV4 de quinta generación ya hace bastante tiempo que le vemos por nuestras carreteras. En concreto en nuestro país salió a la venta en noviembre de 2018 y a lo largo de estos últimos años le ha ido incorporando pequeñas actualizaciones que le han mantenido en el candelero.
Tanto que actualmente todavía se erige como el cuarto modelo más vendido del fabricante japonés en nuestro país, por detrás de los Corolla, C-HR y Yaris Cross, con 3.382 unidades matriculadas en lo que va de 2025. Incluso, comparado con el mismo periodo del pasado año consigue elevar sus ventas en un 4,48%. Aunque seguro que uno nuevo ayudaría a mejorar todavía más estos números.
Para empezar a imaginar cómo podría ser este nuevo RAV4 hay que indicar que seguramente vuelva a utilizar la plataforma actual conocida como TNGA-K de Toyota, aunque esperamos en su evolución recientemente presentada para el último Camry. De paso, no faltarán novedades en el aspecto estético, con detalles recogidos de los últimos lanzamientos (no solo te fijes en Europa, también a nivel mundial), así como una modernización oportuna de sus tecnologías.
Tomando como referencia algunas fotografías espías que ya han recogido algunos medios, parece que las nuevas formas del SUV japonés no tendrán tantas aristas como el actual, apostando por una línea de cintura más lineal. También se esperan modificaciones en el último pilar, en donde parece que se seguirá manteniendo la posibilidad de utilizar un color para el techo distinto al resto de la carrocería. Y como último detalle, el portón trasero parece más recto, lo que podría provocar un aumento de su capacidad (ofrece 580 litros en su mejor configuración actual).
Desde China, que ahora también cuentan con “paparazzi” del motor, se han publicado fotografías de un supuesto nuevo RAV4 que tiene un frontal muy parecido al visto en el último Crown Signia, un SUV de 4,93 metros que ya se está vendiendo tanto en Japón como en Estados Unidos. Aunque, como señalaba antes, la trasera era más recta que en este modelo.
Respecto a su interior, se espera que tome como referencia la configuración de los últimos modelos lanzados por Toyota. De esta manera aparecería una gran pantalla en el centro del salpicadero, así como un panel de instrumentación digital, acompañadas ambas por numerosos botones físicos como suele ser habitual en la firma japonesa. Dentro de todas estas modificaciones esperamos unas formas totalmente diferentes, algo que afectaría también a la disposición de la consola central.
Donde parece que no habrá dudas es en los motores que utilizará este RAV4. Sabemos que actualmente se ofrece con un propulsor híbrido cuyo motor de combustión es un cuatro cilindros de 2.5 litros con 218 o 222 CV, según si es tracción delantera o total. Pues partiendo de esta base, diferentes medios apuntan a una actualización que lo haga más eficiente y quizás, de paso, algo más potente.
A este se une el Plug-in Hybrid con 309 CV, del que también se esperaría la misma actualización pues ambos comparten la parte de combustión. Aunque en este caso la mayor novedad podría aparecer en la batería, para mejorar los resultados de la actual de 18,1 kWh de capacidad que le proporciona una autonomía eléctrica de 75 kilómetros.
Teniendo en cuenta todos estos datos, otra de las incógnitas por resolver es cuándo se presentará el RAV4. Teniendo en cuenta que se espera su sexta generación a principios del 2026, lo normal es que a finales de este mismo año ya conozcamos su imagen al completo.
