Más o menos desde mediados de 2019 no hemos vuelto a tener un modelo STI de Subaru en nuestro mercado (en otros lugares del mundo han sido un poco más afortunados). Estas siglas representan la máxima deportividad y prestaciones en la firma japonesa y sus responsables, a tenor de lo presentado en el último Japan Mobility Show, no desean que queden en el olvido.
Comento esto porque durante la feria japonesa se presentaron dos prototipos con estas tres letras bien presentes cuyas filosofías podríamos decir que son totalmente opuestas. Por un lado tenemos el Performance-B STI, que podría ser una evolución del Impreza que se vende actualmente, mientras que el Performance-E STI muestra el camino hacia un modelo deportivo con propulsión eléctrica.
Un Impreza muy vitaminado
Hablando de modelos de Subaru que ya nos abandonaron hace un tiempo, podríamos meter en la lista al Impreza. El compacto estuvo a la venta hasta principios del 2024, por lo que no conocemos a la sexta generación sobre la que se basa el Performance-B STI. Aunque como se puede ver en las fotografías, la diferencia entre ambos es abismal, ya que a este prototipo se le ha adornado con un espectacular kit de carrocería.
Podríamos destacar de él los pasos de rueda ensanchados, para poder ubicar ruedas más grandes y anchas, un alerón que asciende por encima del techo o una gran toma de aire colocada en el capó delantero. Sin olvidar un difusor de generoso tamaño que engloba a los tubos de con salidas dobles centrales. Por dentro es muy parecido al modelo de serie, más allá de incluir algunas insignias STI por el habitáculo.
Y pese a que ya se está exhibiendo en la feria de Tokio, desde Subaru no han dado mucha más información sobre este prototipo (sobre el otro también es escasa). En el comunicado lo único que comentaron sobre su motor es que sería un bóxer de cuatro cilindros con 2.4 litros y turbocompresor. La cuestión es si se atreverán ahora a lanzarlo al mercado, pues allí les estará esperando ya el Toyota GR Corolla.
El futuro STI en formato eléctrico
En cuanto al Performance-E STI es toda una declaración de intenciones de cara al futuro. De nuevo sería un cinco puertas, aunque su estilo es diferente a cualquier modelo de la gama actual, además de ser más largo y bajo. Sus faros se han estilizado mucho más a los laterales, mientras que las tomas de aire frontales han sido desplazadas hacia abajo, un poco por encima del splitter. En el capó se han colocado rejillas, aunque a diferencia del anterior van de abajo hacia arriba. Las ruedas casi están carenadas, mientras que parecen haber olvidado colocarle unas manijas (cosas de los prototipos).
Por detrás, no tiene un alerón al uso como el visto en el otro Subaru, sino que cuenta con dos “apéndices” anclados al techo en sus laterales. Y la parte central es como si se hubiera trasladado al final de la luneta. Con una iluminación de lado a lado, con el nombre Subaru en rojo, el difusor aquí vuelve a tener un tamaño bastante generoso.
Sobre su sistema de propulsión solo os podemos contar que es eléctrico. Por lo visto utilizaría una batería con celdas cilíndricas y como suele ser habitual, va colocada en el piso del coche. Se colocaría un motor por cada eje para ofrecer la típica tracción integral de los modelos de esta marca e incluso se habla que podría tener dirección a las cuatro ruedas.
