Nada menos que catorce años ha estado en producción la séptima generación del Rolls-Royce Phantom. Tocaba renovación, pero la firma británica, fiel a la tradición, no es muy dada a los cambios radicales.
No es de extrañar que la octava generación que llegará al mercado a finales de año, no haya supuesto una ruptura con el pasado, al menos en lo que concierne al diseño. De esta manera, aunque parte de una plataforma de aluminio completamente nueva, hay que fijarse bastante para comprobar a simple vista que se trata de un coche nuevo. Ligeros detalles lo diferencian, como el diseño de la parrilla o la eliminación de los faros antiniebla, también las llantas, ahora de 22”, pero los rasgos generales de la nueva carrocería son básicamente los mismos que en el modelo precedente.
Mucho más importantes son, desde luego, las novedades que aporta el Rolls-Royce Phantom 2017 desde el punto de vista técnico. Y es que la nueva plataforma de aluminio no sólo es más ligera, también aumenta la rigidez torsional en un 30 por ciento. Las suspensiones son también de nuevo diseño, son de tipo neumático y cuentan con un revolucionario sistema que lee la carretera, anticipándose a las irregularidades del firme para ofrecer a los pasajeros el máximo confort, también unas cualidades dinámicas sobresalientes para la mastodóntica berlina británica.
Rolls-Royce Phantom 2017: nuevo motor
El motor también es nuevo, se mantienen los 12 cilindros y una cilindrada de 6.7 litros, pero ahora dispone de dos turbocompresores, lo que permite una notable mejora de su rendimiento, también reducir consumos y emisiones. Para esta mecánica se anuncian 570 CV y un increíble par máximo de 91,83 mkg a tan solo 1.700 rpm. El motor va asociado a un cambio automático de ocho velocidades, también cuenta con tracción total permanente.
En el interior son también muchas las novedades que ofrece, el salpicadero se puede configurar a gusto del consumidor, también cuenta con una pantalla táctil de 12,3 pulgadas y un acabado que no puede ser más suntuoso y exclusivo. Se ofrecen infinitas posibilidades de personalización, destacando la configuración "bussiness class" para las plazas trasera, son asientos reclinables, monitores de televisión, mesas para el trabajo, nevera, etc. Del precio nada se sabe todavía pero, como se puede imaginar, estará al alcance de muy pocos.
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