Nissan IMQ: explorando nuevas vías en la gama SUV

Hay que mirar más allá de su apariencia para adivinar la entidad del Nissan IMQ, un SUV que propone movilidad alternativa basada en la electricidad, sin limitación de autonomía que podría revolucionar el mercado.

Óscar Díaz.

Nissan IMQ: explorando nuevas vías en la gama SUV
Nissan IMQ: explorando nuevas vías en la gama SUV

No es lo mismo diseñar un coche concepto que uno que vaya a ser producido. Tienes entonces que tener en consideración las regulaciones que habrá que cumplir como protección a peatones y zonas de deformación o prever el espacio para los órganos mecánicos", nos comentaba Matt Weaver, responsable de diseño de Nissan Europa y autor, entre otros, del Juke a la vista del prototipo Nissan IMQ diseñado por su equipo.

IMQ son siglas. Tres letras que definen al prototipo estrenado por Nissan en el Salón de Ginebra. El I de Inteligente. M de movilidad. ¿Y la Q? Bien pudiera referirse al mítico Q, el responsable de los gadgtes de las películas de James Bond, bien a las cualidades que debe tener un automóvil para triunfar o bien aludir al Qashqai, el gran invento de Nissan con el que hace 15 años marcaron el futuro también en el Salón de Ginebra.

Nissan IMQ: explorando nuevas vías en la gama SUV

Nissan IMQ: así es por fuera

Atendiendo a sus dimensiones, el Nissan IMQ es todo un SUV del segmento C: 4,56 m de largo, 1,94 de ancho y 1,56 de alto, que le hacen ser claramente más voluminoso que el actual Qashqai, de 4,40 m de largo, y con presencia menos poderosa. Aporta un diseño muy dramático, con aristas y pliegues exagerados que buscan reinventar las proporciones clásicas, una silueta que tiene en cuenta la eficiencia aerodinámica como paso previo para bajar emisiones. De ahí que no tenga una parrilla abierta, no tan necesaria en un eléctrico por las menores necesidades de circulación de aire fresco en el vano motor y sí un elemento de gran resistencia. Ésta y los grupos ópticos permiten construir una imagen de marca escalable desde los modelos más pequeños a los de tamaño superior. En este caso se han exagerado anunciado cuál puede ser la futura línea de trabajo de Nissan.

Aunque el Nissan IMQ es en el fondo un estudio de un automóvil futuro. De ahí detalles tan espectaculares como el envolvente techo de vidrio que evita sensación de ahogo a pesar del pequeño tamaño de las superficies acristaladas o las láminas que rodean todo el perímetro del vehículo que consiguen un doble efecto: estético y técnico al simular los escapes además de aportar refrigeración a la batería. Ésta, su ubicación y la rigidez que aporta al conjunto abre nuevas soluciones de futuro, como la posibilidad de ir eliminando el pilar B en un número creciente de coches de producción.

Nissan IMQ: explorando nuevas vías en la gama SUV

Nissan IMQ¬: su interior

Un vistazo al habitáculo del Nissan IMQ revela un diseño muy fluido y diáfano, con poca ornamentación. Uno de esos interiores que aluden al relax e incluyen nuevas propuestas en materia de conectividad y se posiciona como una interesante propuesta al añadir una imagen de coupé a la categoría SUV. También reduce a la mínima expresión los botones o elementos táctiles en el interior, aunque sin renunciar a regulaciones básicas como el volumen del equipo de audio que según sus creadores debe poder tener acceso directo sin preseleccionar submenús o entrar desde una pantalla táctil. La instrumentación se muestra en una pantalla horizontal, alargada, de 84 cm orientada al conductor. Llama la atención que no haya más basadas en el entretenimiento, justificado por los diseñadores porque la gran mayoría de ocupantes emplearán su propio dispositivo.

Nissan IMQ: más que un simple eléctrico

Más que futuro, la electrificación es el presente del automóvil, especialmente si estamos hablando de prototipos o de estudios como el Nissan IMQ. En este caso, se trata de la tecnología e-power estrenada en Japón en el Note y del que se han vendido más de 95.000 unidades. Aquel comparte el motor eléctrico EM57 con el Leaf aunque la batería es mucho más pequeña. Se ve alimentada por un motor tricilíndrico de 1,2 litros que actúa como generador sin una conexión directa con las ruedas. Por su parte, el IMQ contaría con un motor 1.5 y sendos motores eléctricos uno conectado a cada eje formando una tracción integral. Sus datos oficiales, 250 kW (340 CV) y 700 Nm de par, parecen poco realistas, pero para mover una carrocería como ésta sí sería necesaria más energía que en el Note. Pese a todo, el selector emergente del cambio, en el centro de la consola, bien puede aludir a al cambio de marchas de un motor térmico que complementase al e-power.

Las ayudas al conductor pasan por el asistente virtual capaz de hacerse cargo de modificar la temperatura interior, audio o navegación y la tecnología I2V de realidad aumentada que aporta información sobre elementos invisibles que afectan a la conducción como obstáculos o atascos. En pocos meses veremos la condición real del IMQ más allá de su presentación en sociedad como prototipo. De momento, como el que exhibió Nissan en 2004 y resultó el Qashqai, el pionero de la revolución SUV es un sueño. Pero como nos desvelaba Matt Weaver "los sueños tardan un tiempo en convertirse en realidad, pero nuestra labor como diseñadores es soñar...", así que el IMQ bien pudiera ser un futuro Qashqai coupé.

Nissan Juke 2020: todo lo que sabemos de la 2ª generación del SUV

Relacionado

Nissan Juke 2020: todo lo que sabemos de la 2ª generación del SUV

Nissan Qashqai N-Motion 2019: nueva versión del SUV más vendido

Relacionado

Nissan Qashqai N-Motion 2019: nueva versión del SUV más vendido