El Mitsubishi Outlander PHEV se ha renovado en este 2018 con novedades que van más allá del apartado meramente estético y que podrías ver a golpe de vista. Sigue siendo uno de los SUV más atractivos del mercado: por su polivalencia para moverte por cualquier terreno, por sus espaciosos habitáculo y maletero (desde los 498 litros de capacidad) para viajar con tu familia, y por la experiencia acumulada durante los últimos 4 años de ventas, donde se ha convertido en la referencia entre los suyos.
Gracias a su tecnología híbrida enchufable, con el Mitsubishi Outlander PHEV podrás moverte en ciudad en modo cien por cien eléctrico, aprovechando las ventajas que trae consigo la etiqueta “0 emisiones" de la DGT. También podrás aprovechar el impulso electrificado en carretera, ya que la autonomía llega hasta los 54 kilómetros a una velocidad máxima de unos 135 km/h. Y si se acaba la electricidad de sus baterías (más capaces que antes y ubicadas bajo el suelo del habitáculo), tienes un depósito de gasolina para poder cubrir sin problemas los trayectos más largos.
Mitsubishi Outlander PHEV: por donde tú quieras
Todo a través de un nuevo motor de gasolina de 2,4 litros que, en combinación con los dos motores eléctricos (uno por cada eje), llega ahora hasta los 230 CV de potencia combinada. A golpe de botón, podrás activar el sistema 4x4, que simula un bloqueo de diferencial central, para ganar en tracción, seguridad y poder afrontar los caminos fuera del asfalto con confianza.
Los modos “Sport", “Save", “Charge" y “EV" ponen más pimienta y variedad a la conducción, pudiendo tener una mayor respuesta en la aceleración, guardar energía para recargar las baterías más rápida o, simplemente, circular en modo cien por cien eléctrico. Al llegar a casa, podrás conectar el Outlander PHEV en un enchufe convencional y cargar las baterías al completo en menos de 5 horas y media.
Disponible por primera vez en dos niveles de equipamiento, Motion y Kaiteki, se puede acceder al nuevo Mitsubishi Outlander PHEV Motion por 33.295 euros, con las promociones de la marca, pero sin contar ayudas públicas, que pueden bajar la factura aún más.