El Countryman es la apuesta SUV de la actual gama de Mini que, precisamente, se actualizó en este mismo 2020 con novedades de diseño, de equipamiento y de personalización. A día de hoy, el Mini Countryman se ofrece con versiones diésel, de gasolina y una híbrida enchufable de 220 CV de potencia y unos 55 km de autonomía en eléctrico.
La próxima generación del SUV de Mini no llegará hasta 2023 y, aunque queden todavía 3 años, ya conocemos varios detalles importantes que ha revelado la propia marca. Por ejemplo, que seguirá contando con versiones con motor de combustión (diésel y gasolina) y, por primera vez, con una versión cien por cien eléctrica, siguiendo la línea marcada por el Mini Cooper SE lanzado este mismo 2020 y de los demás coches electrificados del Grupo BMW. Del futuro Mini Countryman también sabemos que estará disponible en versiones de tracción delantera o tracción integral.

Leipzig, centro neurálgico eléctrico del Grupo BMW
La capacidad de producción y todo el conjunto de instalaciones del Grupo BMW es lo que va a permitir que la nueva generación del Mini Countryman –o al menos su “sucesor”, como se refiere la marca al futuro vehículo– presente tantos cambios. El futuro Countryman se producirá en suelo alemán, en la planta de Sajonia, en Leipzig: será la primera vez que una planta del Grupo produzca tanto vehículos BMW como Mini, el “primer Mini nacido en Alemania”.
Allí se centrará la producción de SUV compactos premium del Grupo BMW, con un claro enfoque hacia la electrificación en un futuro más inmediato. Esta planta ha sido además el lugar de nacimiento de la electromovilidad en el Grupo, ya que en 2013 se inició la producción del BMW i3. Más tarde, se convirtió en la “planta piloto” de la nueva arquitectura de tracción delantera de los últimos vehículos de BMW: de allí salen los BMW Serie 2 Active Tourer y el BMW Serie 1.
Actualmente, la planta alemana tiene una capacidad de producción de más de 350.000 unidades al año. Para dar cabida al futuro Mini Countryman y para extender su red de trabajo a una capacidad mayor de ensamblaje de componentes de tracción electrónica, se han inyectado más de 100 millones de euros como inversión para esta nueva instalación que se estrenará ya en 2021 y que permitirá a la planta de Leipzig ser la nueva “red internacional de producción de baterías de alta tensión del Grupo BMW”.