El actual Lexus ES celebra sus seis años de producción sin aún mirar de lejos una renovación completa del modelo, aunque sí una actualización en las materias que aumentan su peso específico día a día. Vio la luz en China, en el Salón de Guangzhou, manteniendo su probada base mecánica. Esto es. Siguen a la venta tanto el 2 litros atmosférico de 170 CV del Lexus ES 200, como el 2.5 del ES 300h hybrid que se vende en Europa. Éste sigue manteniendo el cuatro cilindros en línea de gasolina de 178 CV y unidad eléctrica de 88 kW (120 CV), para una potencia conjunta máxima de 215 CV, siempre con el cambio eCVT y en versión de tracción delantera.
Sus datos de rendimiento no deberían modificarse demasiado, con lo que se tendría una velocidad máxima de 180 km/h —limitada voluntariamente por la marca—, podría acelerar de 0 a 100 km/h en 8,9 s y su consumo medio podría mantenerse en los 5,2 l/100 km, con lo que seguiría por debajo de los 120 g/km, que supone una excelente cifra para un coche de 4,98 m de longitud.

En este caso, el próximo Lexus ES 300h estrenará grupos ópticos, más afilados y aumentando la sensación de dinamismo de éstos en forma de Delta. Emplean la tecnología matricial y han sido actualizados haciéndolos más armónicos con la parrilla central, más contundente que antes, e inspirada en el RX. En la zaga, pocas novedades, con la inclusión de una tira continua de led entre los pilotos en línea con la última tendencia de personalizar la firma lumínica y poder reconocer desde muy lejos el coche.
Así cambia el Lexus ES por dentro
En el interior, por su parte, la pantalla multimedia de 12,3” desaparece y se ve sustituida por una de 14" situada en posición elevada que debe aumentar la experiencia de uso en clave de rapidez y reducción de reflejos. Es táctil, lógicamente, aunque se agradece ese guiño al público clásico de mantener dos diales giratorios que regulan la climatización y control de los elementos de información y entretenimiento. En su software incluye un nuevo sistema de reconocimiento vocal más flexible y rápido.

Son las novedades más destacadas de un automóvil que como es habitual estrena colores, materiales de los revestimientos interiores y un selector del cambio de nueva factura. Novedades todas ellas que quedan en un plano secundario y no hacen sino realzar la excelencia mecánica de este Lexus con tecnología compartida con el Toyota Camry, el coche más vendido del mundo.