El Ferrari Roma todos lo interpretamos como un derivado coupé de un Portofino M que no era otra cosa que un descapotable de techo duro retráctil. Por ello no esperábamos una versión descapotable directamente del Roma. Pero en Ferrari siempre nos sorprenden y acaban de presentar el Roma Spider, un 2+ (las plazas traseras son simbólicas) con el techo de lona plegable en Z, una solución que llevan utilizando desde hace 54 años en las versiones de motor central trasero. En este caso el Roma Spider es un motor delantero (centrado) y detrás puede alojar el techo en poco espacio y permitir mantener un maletero de 255 litros.
El techo de lona mantiene esa línea coupé, con la trasera tendida y la luneta de cristal perfectamente integrada. La lona es de un tejido especial de sastrería mucho más refinado y se permiten combinaciones de colores. Por cierto, es uno de los más rápidos del mercado porque se acciona en 13,5 segundos.
Lo que se ha cuidado especialmente es la aerodinámica. Para ello se ha modificado la geometría del alerón móvil del Roma coupé con calibraciones específicas. También se ha desarrollado un deflector de viento automático patentado que puede ser accionado por el conductor incluso durante la marcha: cuando éste decida abrirlo simplemente pulsando un botón en el túnel, el respaldo de los asientos traseros (en ausencia de pasajeros traseros) girará y se colocará detrás de las cabezas de los ocupantes delanteros. En esta configuración, el flujo que entraría en el habitáculo aspirado desde la parte trasera del coche se desvía, estableciendo una burbuja estable de confort alrededor de los ocupantes y mejorando la regularidad del flujo lento que pasa por las cabezas en alrededor de un 30% en comparación con las aplicaciones anteriores de spider 2+ para los percentiles de altura más elevados.
El motor sigue siendo el mismo del Roma y del Portofino M, es decir, el V8 de 3,9 litros biturbo con 620 CV. Esto permite al Roma Spider una relación peso potencia de 2,5 kg/CV, ya que con el techo de lona pesa 1.556 kg, 110 kg menos que un Portofino M. La caja de cambios es la misma del Roma, con 8 velocidades y un sistema de doble embrague bañado en aceite como el que estrenó el SF90 Stradale. Esta 8ª marcha permite una última relación más larga para reducir los consumos, algo siempre importante para la homologación de CO2.
Lo que no varían son sus prestaciones ya que pesa casi lo mismo que un Roma Coupé cerrado y su aerodinámica no es mucho peor. Así que declara una velocidad máxima de 320 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos.
