El Ferrari F8 Spider es el último y más perfeccionado descendiente de una saga que comenzó en 1977 con el Ferrari 308 GTS, el primer Ferrari descapotable con motor V8 en posición central. En esta ocasión emplea un techo duro retráctil, que se acciona de manera eléctrica en 14 segundos, hasta una velocidad máxima de 45 km/h. Se pliega en dos mitades y se aloja sobre la zona delantera del motor, que prescinde de la ligera cubierta transparente realizada en Lexan de la versión cerrada, el Ferrari F8 Tributo. Y aunque el V8 ya no queda a la vista, el diseño, a cargo del Centro de Stile Ferrari, es de lo más atractivo.
Para impulsarse, el Ferrari F8 Spider toma el motor del extremo Ferrari 488 Pista Spider (el mismo V8 de los Ferrari 488 Pista y Ferrari F8 Tributo). Esta mecánica, de 3.902 cm3 de cilindrada, doble turbo y 720 CV a 8.000 rpm, ha ganado cuatro años consecutivos (2016, 2017, 2018 y 2019) el premio Motor Internacional del Año, además ha sido reconocido como Mejor Motor de los últimos 20 años. Emplea muchas soluciones derivadas de la competición (bielas de titanio, colector de escape en Inconel, volante motor y cigüeñal aligerados...) y, además de aportar 50 CV adicionales, contribuye en gran medida (18 kg) a la reducción de peso de 20 kg frente al Ferrari 488 Spider, al que sustituye. Y, ¿qué mejor forma de disfrutar de este soberbio motor que poder escuchar su sonido a cielo abierto?
La eficiencia aerodinámica del Ferrari F8 Spider también mejora respecto a su antecesor, concretamente un 10 %, aprovechando la experiencia adquirida por Ferrari en los campeonatos GT y Challenge, recolocando algunos elementos de refrigeración y consiguiendo mayor apoyo aerodinámico mejorando al mismo tiempo el Cx.
Comparado con el Ferrari F8 Tributo, el descapotable F8 Spider mantiene inalteradas las dimensiones y, aunque pesa 70 kg más (consiguiendo el mismo reparto de pesos de 41,5 % delante y 58,5 % detrás), sus prestaciones siguen siendo espectaculares: 0 a 100 km/h en 2,9 segundos y 340 km/h de velocidad punta. Sólo se resiente el 0 a 200 km/h, que sube a 8,2 segundos frente a los 7,8 del Ferrari F8 Tributo.