El Porsche Cayenne siempre será un modelo muy importante para el fabricante alemán, pues llegó en un momento en el que la marca no atravesaba su mejor momento y la impulsó hacia la estabilidad en la que se encuentra actualmente. Su evolución ha sido continua durante estos últimos años y en las fotos que acompañan este texto se puede apreciar bajo el camuflaje cómo será su cuarta generación que se presentará el próximo año.
Para empezar, debemos conocer que esta cuarta entrega del Cayenne será completamente eléctrica. La idea es seguir la misma estrategia que hemos visto en el último Macan, por un lado, se lanza un nuevo modelo con plataforma exclusiva para motores eléctricos, mientras que en paralelo se sigue vendiendo la versión actual que fue renovada el pasado año con propulsores híbridos de última generación. ¿Hasta cuándo durará esta situación? Pues desdela marca nos dicen que “hasta 2030 y más adelante en todo el mundo”.
Volviendo a nuestros coches camuflados, como se puede apreciar estos Cayenne están ultimando su fase final de desarrollo y según nos cuentan han acumulado ya muchos kilómetros. De lo poco que deja ver el camuflaje negro podemos hacernos una idea de cómo serán los faros. Delante, pese al efecto óptico que da la sensación de hacerlos más grandes, repetirán el esquema de cuatro puntos con una carcasa más pequeña y estrecha. Detrás, se estilizan también las principales presentando un novedoso esquema a base de píxeles, un poco al estilo del Ioniq 5. Y a esto añado como comentario personal que tengo la sensación de que serán un poco más ancho, con unos pasos de rueda posteriores bastante marcados.
La idea para este modelo es que conserve los rasgos distintivos que han caracterizado el Cayenne durante sus más de 20 años de historia como son “las buenas prestaciones de un Porsche con un excelente confort para la conducción diaria, sin olvidar las grandes aptitudes fuera de la carretera”. Y como añade Oliver Blume, presidente del Consejo de Dirección de Porsche AG, “siempre siendo el referente en deportividad de su segmento”.
Para conseguir estos ambiciosos objetivos, el nuevo Cayenne se asentará sobre la Plataforma Eléctrica Premium (PPE) que, dentro del Grupo Volkswagen, está reservada por ahora para Porsche y Audi. Una de sus grandes cualidades es que trabaja a una tensión de 800 V, lo que le permitirá ofrecer unas cifras altas de potencia de carga para sus baterías.
Con todas las ventas que pueda conseguir este Cayenne de cuarta generación, más las que ya están aportando tanto el Macan como el Taycan, incluso algún modelo más de corte deportivo que se podría incorporar a la gama próximamente, se tiene como objetivo a nivel mundial que el 80% de las ventas en 2030 sean totalmente eléctricas.
Y mientras se termina el desarrollo de este primer Cayenne eléctrico los ingenieros de Zuffenhausen siguen buscando la manera de poder mantener en la gama al poderoso motor V8 de combustión con dos turbos aplicándole numerosas mejoras técnicas para que cumpla con los futuros requisitos legales.
