Es verdad que en esta generación aparecerá un G que será totalmente eléctrico. Pero la nueva Clase G tiene asegurado su futuro manteniéndose —milagrosamente— casi inalterado.
El Geländewagen apareció en 1979. Y desde entonces no ha cambiado casi nada. Y ese es el secreto de su éxito. Mantenerse firme en sus convicciones y no cambiar por modas o presiones con novedades tecnológicas. Muchas otras marcas estuvieron más o menos en su posición y sucumbieron, no supieron aguantar el tirón. En Mercedes sí que lo entendieron así y ahora tienen un icono que se ha convertido en uno de los coches más caros de su gama. Y eso que es un coche que sigue siendo de largueros y con un eje trasero rígido. Es verdad que en la anterior generación le modificaron la suspensión delantera por una independiente, pero está claro que en algunos aspectos hay que evolucionar. Pero han sabido hacerlo manteniendo la tradición.
En este nuevo Clase G la estética se modifica sutilmente con una nueva parrilla del radiador con cuatro lamas horizontales en lugar de las tres anteriores y paragolpes delanteros y traseros rediseñados. El nuevo revestimiento del montante A, el lip del spoiler en el borde del techo y los nuevos materiales aislantes contribuyen a mejorar la aerodinámica y a aumentar el confort acústico. En cuanto al interior ofrece el sistema de infoentretenimiento MBUX (Mercedes-Benz User Experience) y las pantallas para el conductor y el sistema multimedia de 31,2 centímetros (12,3 pulgadas) con control táctil.

Todos los motores están ahora electrificados con la tecnología Mild Hybrid de 48V
La gama está compuesta por un diésel G450d, y los gasolina G500 y G63 AMG. Todos los motores están ahora electrificados con la tecnología Mild Hybrid de 48V lo que permite mejorar prestaciones y bajar consumos. De los tres motores el del G500 es nuevo con un 6 cilindros con doble turbocompresor y un compresor auxiliar eléctrico. Este 6 cilindros de gasolina rinde 330 kW (449 CV) y proporciona un par máximo de 560 Nm. El ISG proporciona brevemente 15 kW (20 CV) adicionales de potencia y 200 Nm de par. El diésel ofrece 367 CV más los 20 CV adicionales del ISG.
El G63 AMG ofrece 585 CV más los 20 adicionales de la hibridación y acelera de 0 a 100 km/h en sólo 4,4 segundos y con una velocidad máxima de 220 km/h. El paquete AMG Performance disponible opcionalmente permite alcanzar una velocidad máxima de 240 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en 4,3 segundos. Este G63 cuenta de serie con estabilización activa e hidráulica del balanceo: el tren de rodaje opcional AMG ACTIVE RIDE CONTROL.

Mismas grandes aptitudes todo terreno
Por supuesto el nuevo G mantiene sus aptitudes todo terreno: hasta el 100% de inclinación en superficies adecuadas; distancia libre al suelo entre los ejes de al menos 241 mm; profundidad máxima de vadeo de 70 cm para agua y barro; conducción estable en pendientes laterales de hasta 35°; ángulos de ataque y salida de 31° delante y 30° detrás (sin enganche de remolque).
Además de los modos normales de conducción para carretera, el G ofrece los modos "Trail", "Rock" y "Sand". Y cuenta en sus pantallas con el OffRoad Cockpit, donde los datos mostrados incluyen un horizonte artificial, posicionamiento, brújula, altitud, ángulo de giro del eje delantero, par motor, potencia, presión y temperatura de los neumáticos, así como el estado de los bloqueos del diferencial.

Y para terminar, el precio en Alemania partirá de los 122.808 euros.