Infiniti Q30, el otro Clase A

Dos años después de que Infiniti mostrará sus intenciones de participar en el popular segmento de los compactos, el Q30 ya está aquí. Las sinergias Daimler-Renault, clave en su desarrollo.

Lorenzo Alcocer

Infiniti Q30, el otro Clase A
Infiniti Q30, el otro Clase A

Hacía mucho tiempo, con muchos salones entre medias, que la rama de lujo de Nissan proyectada primordialmente para Japón y Estados Unidos nos había mostrado bajo el concepto Q30 sus intenciones de hacerse más fuerte en Europa. La idea era establecerse en el segmento compacto, llevar ahí sus atrevidos diseños y calidad de acabados para competir con las renombradas marcas premium. Y curiosamente, uno de sus principales, si no el principal rival, es socio en esta (y otras) aventuras. La sinergia entre Daimler y la alianza Nissan-Renault ha puesto sobre el tapete proyectos en los que se comparte tecnología y en este caso concreto, el Q30 se aprovecha prácticamente de todo el trabajo desarrollado por Mercedes en su tercera y exitosa generación de la Clase A.

El proyecto Q30 se sustenta sobre la plataforma MFA desarrollada por Mercedes para sus berlinas de tracción delantera con el motor en disposición transversal... donde tiene cabida el motor 1.5 dCi del Renault Mégane. Así, técnicamente el Q30 es un clon del recién renovado Mercedes Clase A. La oferta mecánica es la misma: en gasolina el Q30 contará con el motor de origen Mercedes 1.6 Turbo, que se desdobla en una versión de 122 CV y otra de 156. También dispondrá del 2.0 Turbo de 211 CV. En Diesel el bloque 2.2 de 170 CV viene también de Mercedes y de Renault el 1.5 de 109 CV. Las cajas de cambio tiene el marchamo de la estrella. La automática de doble embrague cuenta con 7 velocidades y a diferencia de los Clase A automáticos, en los Infiniti Q30 la palanca selectora ocupa el lugar tradicional sobre la consola central, cuando en los Clase A se ubica sobre la caña de la dirección. En el salpicadero, muchos interruptores, el volante o los pedales nos llevan irremediablemente a acordarnos de los Clase A y no necesariamente antes de su actualización. Infiniti hace buena la singularidad de sus diseños y el Q30 muestra su propia imagen interior.

Por fuera el Q30 también hace de su diseño posiblemente el valor principal de la marca. Pocas obviedades y muchos matices resaltan su deportividad. En este sentido, Infiniti ha definido un acabado Sport que remarca todavía más sus intenciones con otros paragolpes, faldones y acabados de la parrilla. Curiosamente, Infiniti anuncia un punto de caderas de 533 mm, según la marca japonesa por encima de la media de los modelos compactos, lo que facilita su acomodo. También la altura de su carrocería, de 1,48 metros para el acabado Sport y 1,50 para el acabado estándar y el lujoso Premium, se sitúa por encima de la media de los modelos compactos del mercado. Un Clase A tiene una altura homologada de 1,43 metros. Infiniti también anuncia un maletero con ciertas dotes funcionales de 368 dm3, 341 en el Clase A. La guerra interna está servida. Y todavía está por llegar un futuro Infiniti QX30 con la misma base y las mismas intenciones para competir de "tú a tú" con el Mercedes GLA.