La temporada otoño-invierno de Ford se presenta cargada de novedades. Tras la llegada del nuevo Mondeo, - el restyling del Focus y, en breve, del C-Max-, le toca el turno a la segunda generación del S-Max. El familiar, (en Ford no quieren ni oír hablar de monovolumen, para ese segmento, dicen, ya tienen el Galaxy, que veremos pronto) ha sido completamente renovado, y estrena plataforma, que comparte con el Mondeo. Mas elegante y refinado, y con líneas más dinámicas, luce una estética más atractiva que su antecesor, respetando mucho el concepto original del pasado Salón de Francfort. Destaca su nuevo frontal, con una calandra superior de gran presencia con un claro "aire de familia" que sigue al Fiesta, Focus y Mondeo. Las ópticas delanteras LED, (opcionales, de serie serán halógenos), son más alargadas y estrechas. Nos cuenta Claudio Messale, diseñador jefe de Ford Europa que "es un coche nuevo pero hemos hecho los cambios justos porque consideramos que es una receta lo suficientemente exitosa". De hecho, su silueta no varía mucho de la del anterior modelo. Sin embargo el S-Max se vuelve más sofisticado, buscando nos cuentan llegar al comprador potencial de marca denominada "premium".
Por dentro, el cambio importante llega de la mano de su versatilidad y de sus soluciones prácticas, empezando por el acceso al propio habitáculo. Salir y entrar se hace más sencillo gracias al rediseño, más ergonómico, al bajar la línea del suelo. Por dentro, se respira un aire muy cuidado, tanto en acabados como en materiales (blandos) y ajustes, aquí también encontramos más detalles cromados. Los asientos de la segunda y tercera fila se pueden plegar fácilmente, como hemos comprobado ofreciendo un amplio espacio de carga. El espacio entre la fila tercera y la segunda es algo justa, similar a la del modelo actual si bien el modelo crece levemente en longitud.
Cargado de tecnología
Al igual que el nuevo Mondeo, su carga tecnológica es importante. Equipado con la segunda generación del SYNC, ofrece un número importante de sistemas de ayuda al conductor como el Collision Assist, con sistema de reconocimiento de señales, el de de asistencia al aparcamiento, Park Assist, de serie en todos los modelos. También cuenta con la función My Key.
En cuanto a los propulsores, Rolf Deges, ingeniero jefe del programa de coches grandes de Ford nos confirma que contará con dos motores Diesel pequeños TDCI de 150 y 118 CV y otro más potente, de 180 CV, disponible este último con caja automática y tracción a las cuatro ruedas, por primera vez en este modelo. En gasolina el 1.6 ya conocido y el nuevo 1.5 EcoBoost de 4 cilindros, descarta la hibridación a pesar de que para el Mondeo sí se prevé. El Ford C-Max no estará disponible hasta la primavera de 2015.