Según ha informado la propia marca, Volkswagen ha conseguido en el primer semestre del año un beneficio neto de 641 millones de euros (unos 106.653 millones de pesetas), un 30 por ciento más que lo recaudado en el mismo período del año anterior.
Sólo de abril a junio, el fabricante alemán ha conseguido unos beneficios netos de 444 millones de euros (73.875 millones de pesetas) y ha facturado 23.743 millones de euros (casi 4 billones de pesetas), un 9,7 por ciento más.
Sus ventas también han aumentado un 4,9 por ciento, hasta los 2,7 millones de vehículos, gracias, principalmente, a las exportaciones, ya que en su mercado de origen, Alemania, sólo ha distribuido 504.000 automóviles, es decir, un 6,1 por ciento menos que en el primer semestre de 2000.
Como ya se apuntaba el año anterior, Brasil se está configurando como un floreciente mercado para el gigante alemán. En los seis primeros meses del año, las ventas en esta zona se han disparado hasta las 232.000 unidades, un 21,3 por ciento más que en el mismo período del año anterior. Europa del Este también ha registrado un repunte de las ventas del grupo con 174.000 automóviles, un 18,6 por ciento más.
En el otro lado de la balanza se sitúa Argentina, que ha visto cómo la crisis económica también saltaba al sector automovilístico. La comercialización de VW ha caído en este mercado un 44,5 por ciento y sólo se han distribuido 15.000 vehículos durante seis meses.
De los concesionarios de la marca en Europa Occidental han salido 1,59 millones de vehículos (0,4 por ciento menos) y en EEUU se ha registrado una caída del 1,7 por ciento.
Skoda ha tirado de las ventas del grupo y ha aumentado su comercialización un 17,3 por ciento, hasta las 247.000 unidades, seguida de Audi con un aumento del 6,9 por ciento, hasta las 369.000. Seat ha seguido el camino inverso y su comercialización ha descendido un 5,2 por ciento, hasta los 264.000 automóviles.