Vivimos tiempos complicados para el bolsillo de los ciudadanos, lo que nos obliga a instalarnos, de alguna forma, el “modo ahorro”. En el coche, más si cabe, viendo cómo han escalado los precios de los combustibles en el último año, y viendo también cómo los precios de los coches nuevos y de segunda mano, debido a varios factores, también ha crecido.
En este sentido, nosotros como conductores podemos llevar a cabo una serie de prácticas que nos permitirán ahorrar unos valiosos euros. Se trata de adaptar nuestra velocidad y llevar a cabo unos hábitos sencillos al volante. La propia DGT reconoce en sus redes sociales una velocidad que considera “ideal” para maximizar el ahorro de combustible. Ojo, teniendo en cuenta también las “razones de seguridad”, ya que todos sabemos que a menos velocidad, menos consumo.
Sin embargo, no podemos ir a menos de 60 km/h en vías rápidas, al considerarse ilegal; e incluso rodando a 60-80 km/h en autovías y autopistas puedes ser un peligro para la seguridad. La DGT establece los 90 km/h como una solución intermedia para poder circular con seguridad y optimizar el consumo de nuestro coche. De subir a 120 km/h la velocidad media de nuestro trayecto, el gasto en combustible subirá en un 30 por ciento. Cierto es que la tecnología que incorporan los coches nuevos permite maximizar su eficiencia a velocidades más altas, pero la realidad comparativa de rodar a 90 y a 120 km/h, dice la DGT, es evidente en términos de ahorro.
Además de razones de seguridad, también hay razones de consumo para no conducir a más #velocidad de la debida.
— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) July 27, 2021
El consumo ideal de combustible se da a 90 km/h.
Si aumentas a 120 km/h, el consumo se incrementa un 30%.#MejorMásDespacio💟 pic.twitter.com/8uFwfrqJ5w
Trucos para ahorrar combustible conduciendo
Los expertos también aseguran que, solo con llevar a cabo unas prácticas eficientes al volante de nuestro coche, podríamos ahorrar un 10 por ciento de combustible.¿Cuáles son estos trucos? Por ejemplo, mantener siempre una velocidad constante, evitando acelerones y frenazos innecesarios, siempre que las condiciones de circulación lo permitan. Optimizar el uso de la climatización, subir las ventanillas del coche, realizar una conducción suave y con anticipación, no llevar peso excesivo en el maletero, utilizar marchas largas cuando sea posible o llevar a cabo un mantenimiento adecuado significa ahorrar aún más.
Los neumáticos, por ejemplo, son importantes en este último sentido, ya que, según el RACE, conducir con una presión demasiado baja puede hacer que el consumo suba un 4 por ciento. Si quieres optimizar aún más todo esto, puedes optar por los conocidos como neumáticos con baja resistencia a la rodadura, que ayudan a reducir el consumo de combustible en un 3 por ciento adicional y que tienen precios muy similares a los neumáticos convencionales.