Es habitual que al adelantar o cuando alguien va superando el límite de velocidad, se pregunte si alguno de los coches o furgonetas a los que está rebasando, es de la Policía o similares y puede acabarle multando.
Hasta ahora
Hasta el momento, había unas 15 o 20 furgonetas circulando por carreteras españolas. Suelen ser Renault Master, Fiat Scudo y Ford Transit Custom en colo blanco, azul o negro. En ellas van dos agentes de Tráfico de la Guardia Civil con dos asientos más levantados de lo normal para poder vigilar con más detenimiento lo que pasa en los coches del alrededor.
De esta manera suelen captar infracciones como la de ir sin cinturón o llevar a tus hijos o a tus perros sin el accesorio debido para que puedan viajar en él. Por supuesto, y como no podía ser de otra manera, una de las infracciones más captadas es el uso del móvil, cuya sanción se produce aunque solo lo lleves en la mano y no le estés dando uso en ese preciso momento.
Lo nuevo
Ahora se están viendo furgonetas Mercedes Sprinter cuya función sí que es más la de multar por sobrepasar los límites de velocidad. La furgoneta va en marcha y sanciona a todo aquel que le rebase por encima de la velocidad permitida en la vía.
¿Cómo sé si es o no?
Normalmente en la base de datos de la DGT estos vehículos están dados de alta como vehículos oficiales de la Guardia Civil, es por ello por lo que en su matrícula, se pueden ver las siglas PGC haciendo representación de “parque móvil de la Guardia Civil".
¿Cómo evitar que te multen?
La primera manera y la más segura de todas es no rebasar los límites de velocidad y de esa manera, aunque adelantes a vehículos que van más lento, no podrás recibir ninguna sanción. La segunda manera es que si decides ir más rápido de lo permitido, deberás ir con todos los sentidos puestos, no solo en la carretera, sino que también deberás ir atento a ver si adelantas una de estas furgonetas en las cuales su matrícula reza PGC.

¿Cuál es la intención?
Oficialmente la intención es velar por nuestra seguridad intentando que se cumplan todos los límites y normas de seguridad para que haya menos accidentes. Sin embargo, está claro que detrás de tanto escondite hay un claro afán recaudatorio basado en la sorpresa al conductor que se despista durante un momento cogiendo el móvil a baja velocidad o que, sin darse ni si quiera cuenta, se pone a 130 km/h en una zona de 120 km/h.