"Tommi Makinen sabía antes de la salida que no podría luchar por ganar la carrera, porque tenía que ir abriendo ruta y eso le costaría un tiempo precioso, algo muy duro de aceptar", espeta Sainz como una denuncia ante la FIA.
El español, que acabó tercero en el rally sueco y ocupa esa misma plaza en la general del Mundial, cree que ese orden de salida no beneficia para nada al espectáculo. En Suecia, y en otros rallies en los que el orden de partida es fundamental, los primeros de la tabla abren pista el primer día de carrera. En las siguientes etapas salen a correr en orden inverso a su clasificación en el rally.
Sainz considera que esto es una desventaja, porque los primeros van limpiando las pistas, lo que supone una gran pérdida de tiempo.
"Es ridículo penalizar al líder del campeonato", dice el madrileño, "esto sólo ocurre en este deporte, porque hay gente interesada en que el título se decida al final del Mundial".
El piloto de Ford aboga por un sistema que no sea tan dañino para los favoritos. Propone que los coches privados y los oficiales no inscritos para la lucha de marcas salgan por delante. "Con una decena de coches que parta antes, ya será suficiente", dice Sainz.
Hay que ganar
En cuanto a su participación en el Mundial 2002, Sainz se muestra optimista. Sin embargo, es consciente de que necesita ganar al menos un rally para estar en lo más alto del podio final.
Sainz es uno de los hombres más regulares del campeonato. De hecho, en sus 13 años como piloto de la máxima categoría ha subido al podio final en nueve ocasiones: dos veces, como primero; cuatro, como segundo; y en otras tres ocasiones lo hizo en calidad de tercero.