El camión de Antonio Albacete vs Audi RS7 Sportback

¿Será capaz de tutear el camión de competición de Antonio Albacete a uno de los deportivos de Audi? Para comprobarlo hemos realizado una intensa jornada de pruebas, al final de la cual hemos podido salir de dudas.

Texto: Iñaqui Núñez / Fotos: Ángel Yuste

El camión de Antonio Albacete vs Audi RS7 Sportback
El camión de Antonio Albacete vs Audi RS7 Sportback

Llevados por la curiosidad, nuestros compañeros de TRANSPORTE MUNDIAL han decidido enfrentar a dos 'primos hermanos': el MAN con el que Antonio Albacete compite en el Europeo 2015 y un Audi RS7 Sportback.

La experiencia ha resultado enriquecedora, porque los  resultados obtenidos han despejado muchos mitos en lo que a aceleraciones y frenos se refiere.

Bajó el capó del Audi RS7 Sportback se esconde un impresionante motor V8 de gasolina con inyección directa y sobrealimentación mediante turbo, que entrega nada menos que 560 CV a un régimen entre 5.700 y 6.600 rpm. Todo un “artefacto” que se presenta enmascarado bajo la aparente docilidad que transmite su carrocería berlina de cuatro puertas con pretensiones familiares.

Por otro lado, el monstruo de Antonio Albacete está diseñado para la competición y tiene un peso de 5,5 toneladas y está impulsado por un motor de 12 litros que genera una potencia de 1.050 CV a 2.450 rpm.

Antonio AlbaceteEn pista cerrada

Para las diferentes pruebas hemos utilizado las pistas del Instituto Nacional de Técnicas Aeroespaciales (INTA), donde habitualmente realizamos algunos de los test con vehículos comerciales.

Partimos de la consideración de que el camión de Antonio Albacete es un vehículo de competición, circunstancia que le supone ciertos “lastres” con respecto al Audi. Uno de ellos es la limitación de giro en la dirección para adaptarse mejor al trazado de las curvas de los circuitos, cuestión que complica notablemente el giro en nuestro trazado.

Otro inconveniente es que su eje posterior carece de efecto autoblocante, por lo que asimila mal estos giros “ratoneros”, a lo que hay que añadir que de las 5,5 toneladas de tara al menos 3,5 toneladas descansan sobre el eje delantero, lo que requiere de mucho tacto para evitar que las ruedas patinen en el momento de dar gas.

A tenor de las cifras el MAN de Albacete tiene una relación de peso/potencia de 5,23 CV/kg, mientras que el Audi RS7 mueve 3,58 CV/kg. Sin embargo el turismo cuenta con muchas ventajas, además de su menor altura y tamaño, que le hacen muy estable. Dispone de una suspensión neumática autorregulable que establece la elasticidad de los trenes de rodadura en función del estilo de conducción, mientras que el camión equipa las ballestas tradicionales.

A estas sofisticaciones hay que añadir que el Audi RS7 incorpora una caja automática Tiptronic de ocho relaciones con convertidor de par hidráulico, entre cuyas programaciones electrónicas dispone de una deportiva, mientras que el MAN cuenta con un cambio manual ZF de 16 relaciones con cuatro marchas en H y dos grupos: largo y corto.

Con todo y más

Para que no falte de nada el RS7 cuenta con tracción integral permanente Quattro con diferencial central autoblocante, lo que garantiza, además de las ayudas electrónicas, que la totalidad del empuje -700 Nm de par entre 1.750 y 5.500 rpm- lleguen al asfalto de manera diligente y sin pérdida en deslizamientos improductivos.

Como puede verse ambos vehículos presentan condiciones mecánicas diferentes, que a priori no dibujan un buen panorama para un camión donde Antonio debe hacer los cambios “a mano”, con la pérdida de tiempo que eso supone. Como si de dos atletas se tratara, después de los preceptivos calentamientos y estiramientos musculares y una vez operativos los sistemas de medida vía satélite, ponemos a prueba a los dos vehículos.

El trazado del circuito del INTA resulta excesivamente sinuoso para un camión, que en las zonas reviradas paga el tributo de su limitación en la capacidad de giro, lo que obliga a marcar previamente la trayectoria de la trazada si no queremos acabar fuera de pista.

Audi RS7 SportbackEl coche, por su parte, ataca las curvas sin filigranas, con la seguridad de una suspensión extremadamente rígida y la propulsión inmediata de su cambio automático y de sus cuatro ruedas motrices, mientras que Antonio debe cargar y descargar manualmente las marchas y modular la aceleración para que las ruedas no patinen, en especial una vez dentro de la curva donde la descompensación de giro propicia el deslizamiento.

Las cosas cambian en las zonas de aceleración “abierta” donde Albacete puede dar rienda suelta a la caballería de su montura e, incluso, apurar un poco más la retención, lo que prácticamente iguala los registros, pues su MAN emplea tan solo seis segundos más en completar el total del giro a una velocidad media 6 km/h más lenta.

Desistimos de realizar aceleraciones desde cero, pues la desventaja del camión en este apartado es considerable, no solo por el tremendo esfuerzo que se solicita a la mecánica, sino porque la caja de cambios manual es infinitamente más lenta que la automática y por eso optamos por emplear la fórmula de salida lanzada que se utiliza en las carreras de camiones.

Una prueba que pone de manifiesto la rapidez de este camión, que acelera de 0 a 120 km/h en 4,73 segundos después de haber recorrido 128,8 metros, una cifra muy próxima a la del deportivo de Audi, que en las mismas condiciones ha empleado 4,71 segundos y ha recorrido 116,1 metros.

A modo de resumen podemos decir que el camión se ha visto penalizado por “patoso” en la zona de circuito, dada la complicación que le supone superar las chicanes y las curvas cerradas, unos tramos donde el turismo entra “a saco”, mientras que en las pruebas de aceleración y frenado el camión no se sonroja lo más mínimo, complicándole mucho la vida al Audi RS7.