Al revisar un neumático recién comprado, es habitual encontrar pequeñas marcas de color. Pero, ¿qué significa el punto rojo y amarillo de los neumáticos? Estas señales, aunque discretas, son fundamentales para su correcta instalación y equilibrio.
No están ahí por estética ni por casualidad. Los fabricantes las utilizan como guía para los profesionales del montaje, facilitando el posicionamiento óptimo de la rueda en la llanta y mejorando el comportamiento del coche sobre la marcha.
¿Para qué sirven los puntos de color en los neumáticos?
Aunque los procesos de fabricación son cada vez más precisos, todos los neumáticos presentan mínimas diferencias en su estructura y peso. Estas pequeñas variaciones, imperceptibles a simple vista, pueden generar desequilibrios si no se corrigen al montar la rueda.
Las marcas de color permiten identificar las zonas clave del neumático y compensar los desequilibrios mediante contrapesos. Esto ayuda a mejorar la estabilidad, reducir vibraciones y aumentar la vida útil del neumático.
El punto rojo: máxima variación de fuerza radial
El punto rojo indica el lugar donde se concentra la mayor rigidez del neumático, también conocido como pico de fuerza radial. Esta zona puede generar vibraciones si no se coloca correctamente frente a la parte más débil de la llanta, que normalmente está marcada por el fabricante.
En algunos casos, esta indicación se representa mediante un pequeño triángulo en lugar de un punto. En ambos casos, el objetivo es optimizar la alineación de la rueda y evitar deformaciones durante la rotación.
El punto amarillo: parte más ligera del neumático
El punto amarillo señala la zona más ligera del neumático. Se suele alinear con la válvula de inflado de la llanta, que es la parte más pesada del conjunto. Al equilibrar de esta forma, se reduce el uso de contrapesos y se consigue una mejor distribución del peso.
Cuando no se dispone de información sobre la variación de fuerza radial, esta marca se convierte en la principal referencia para montar correctamente el neumático.
¿Qué sucede si no se respetan estas marcas?
Ignorar las marcas de color puede provocar consecuencias importantes. Entre los síntomas más habituales están las vibraciones al volante, que suelen hacerse más evidentes al aumentar la velocidad. También puede aparecer desgaste irregular en los neumáticos, lo que reduce su durabilidad y provoca un gasto innecesario.
Además, un montaje incorrecto afecta al confort de marcha y al comportamiento del coche en curvas o frenadas. El sistema de suspensión y la dirección también pueden verse comprometidos, ya que deben compensar el desequilibrio constante.
¿Cómo se realiza el equilibrado con estas marcas?
El equilibrado se lleva a cabo con máquinas especializadas que detectan los puntos de mayor peso en el conjunto rueda-neumático. Una vez identificados, se colocan pequeños contrapesos de plomo o zinc para igualar la masa en todo el perímetro.
Tener en cuenta las marcas de color durante este proceso mejora el resultado final y minimiza el desgaste, algo especialmente útil en situaciones donde el calor influye en el desgaste de los neumáticos, como en verano o al conducir en largos trayectos por carretera.
¿Qué beneficios aporta un montaje correcto de neumáticos?
Un montaje bien hecho mejora la experiencia de conducción desde el primer kilómetro. El coche se siente más estable, el volante no vibra y se reduce el consumo de combustible. Además, el desgaste será más uniforme, lo que alarga la vida útil de los neumáticos y ahorra dinero a largo plazo.
Por otro lado, mantener el correcto índice de carga de los neumáticos también es esencial para garantizar la seguridad del vehículo. Este valor indica el peso máximo que puede soportar cada neumático, y no respetarlo puede tener consecuencias graves tanto en frenadas como en curvas.
Presta atención a las marcas de tus neumáticos
Las señales rojas y amarillas en los neumáticos son una guía técnica que debe ser respetada durante la instalación. No hacerlo puede acarrear problemas de confort, seguridad y durabilidad.
Si estás cambiando las ruedas, asegúrate de que el taller tenga en cuenta estas marcas. Un buen montaje no solo evita vibraciones molestas, también protege la suspensión, la dirección y el bolsillo del conductor.