Existen situaciones que pueden sorprenderte y causarte problemas financieros y legales, incluso si tienes un seguro a todo riesgo. ¿Cómo puedes saber cuáles son? ¿Qué no cubre un seguro a todo riesgo?
Vamos a explorar todas estas claves para que estés informado y sepas hasta dónde llega la cobertura de tu aseguradora.
¿Qué podría impedirte recibir la cobertura?
Hay ciertas circunstancias que pueden limitar la cobertura de tu seguro a todo riesgo. Estas son algunas de ellas:
Conducir ebrio
Sufrir un accidente mientras conduces ebrio o drogado es razón suficiente para que ninguna aseguradora cubra los daños a tu vehículo. Conducir bajo la influencia de estas sustancias aumenta el riesgo de accidentes, por lo que todas las pólizas suelen excluir esta situación.

Carreteras no asfaltadas o ilegales
No importa si tu coche está preparado para circular fuera del asfalto, la mayoría de las compañías aseguradoras no se hacen responsables de los daños ocurridos en carreteras no autorizadas.
Uso comercial o de alquiler del vehículo
Debes saber que el uso comercial o de alquiler del vehículo está sujeto a términos y condiciones especiales que pueden limitar la cobertura o impedir que tu seguro a todo riesgo cubra los daños ocasionados durante un accidente.
Conductores no incluidos en la póliza
Las aseguradoras no se hacen responsables de los accidentes en los que estén implicados conductores no autorizados en la póliza. Por lo tanto, no esperes que el seguro cubra los daños ocasionados en estos casos.
No haber pasado la ITV
Es necesario que tu coche cumpla con los estándares de seguridad requeridos, para lo cual debes pasar la ITV. Si tu coche no tiene la ITV en regla, se considera que no cumple con los estándares de seguridad, lo que es suficiente para que el seguro a todo riesgo se niegue a cubrir los daños en caso de accidente.

¿Qué hacer si el seguro a todo riesgo no te cubre?
Es esencial saber qué hacer en estas situaciones para intentar obtener el apoyo de tu póliza. Lo primero es entender por qué te han negado la cobertura. Revisa detalladamente los términos de tu póliza y contacta a la compañía de seguros para recibir una explicación clara. Después de esto, busca asesoramiento legal.
Explora otras opciones de compensación y, si es necesario, presenta una queja ante los organismos reguladores. Si después de todo esto no tienes éxito, puede ser el momento de considerar alternativas de cobertura que se adapten mejor a tus necesidades.
Riesgos de no contar con la cobertura de tu seguro a todo riesgo
Si tu seguro no te cubre, estarás desprotegido ante cualquier daño o pérdida sufrida por el vehículo. Tendrás que asumir los costes financieros por tu cuenta, además de afrontar el riesgo de demandas legales y la responsabilidad civil sin la protección del seguro. También serás más vulnerable ante el robo o los desastres naturales.
Recuerda que tu aseguradora no siempre ofrecerá cobertura, especialmente si se trata de accidentes que están claramente excluidos en la póliza. Conoce bien tu póliza y evita cualquier situación que pueda comprometer tu protección y la de tu vehículo.