Un 7 por ciento ha subido de media el precio del kWh en una batería estándar de iones de litio para cualquier tipo de aplicación durante el presente año según se destaca en la encuesta anual realizada por BloombergNEF, siendo el primer aumento en la historia de la encuesta que comenzó en 2010.
Aunque hay numerosos factores que impulsan el repunte de precios, el más importante es el aumento de los costes de materiales como el cobalto, el níquel y el litio, aunque los precios de los dos primeros componentes -níquel y cobalto- han bajado en los últimos meses, y el litio puede estar a punto de modificar la tendencia al alza. Las cifras que se pagan por estos componentes sigue siendo significativamente más alta de lo que ha sido en años anteriores ante la creciente demanda de baterías y el retraso en la rapidez con que se pueden poner en marcha nuevos puntos de extracción y refinado.
Y la situación podría haber sido todavía peor con precios-promedio de la batería aún más altos si no fuera por la apuesta de algunas marcas por el formato de baterías de fosfato de hierro y litio de menor costo -20 por ciento menos aunque hayan crecido en precio un 27 por ciento en el último ejercicio-, que no contienen níquel ni cobalto. Este tipo de batería ha ganado cuota de mercado significativa en los últimos tres años, y desde BloombergNEF esperan que se monten en alrededor del 40 por ciento de los dispositivos eléctricos de cualquier tipo este año. Este estudio analiza datos de compradores y vendedores de baterías de iones de litio destinados a vehículos eléctricos de pasajeros, vehículos comerciales, autobuses y diferentes dispositivos domésticos.
También BloombergNEF deja caer en su estudio que esperan que los precios se mantengan elevados el próximo año, aumentando ligeramente con respecto a los niveles de 2022 para empezar a caer en 2024 a medida que se pongan en funcionamiento más suministro de materias primas, disminuyan las presiones de la cadena de suministro y las tecnologías de baterías de próxima generación vayan apareciendo. De cualquier modo, la demanda de baterías a nivel general sigue alcanzando nuevos récords cada año con una demanda prevista para este año que alcanzará los 603 GWh, casi el doble que en 2021.
Si nos ceñimos solo a las baterías de los vehículos eléctricos, los precios medios son de 138 $/kWh. Y si bajamos un escalón a nivel de celda, los precios promedio fueron de 115 $/kWh, lo que significaría que, de promedio, las celdas representan el 83% del precio total del pack completo de la batería. Durante los últimos tres años, la relación de costo de celda vs pack completo se ha alejado de la división tradicional de 70:30. A nivel regional, los precios más baratos del pack para vehículos eléctricos se dieron en China, a 127 $/kWh. En Estados Unidos y Europa fueron 24 por ciento y 33 por ciento más altos, respectivamente, donde los precios, según BloombergNEF. Los precios más altos se dan en estos mercados menos maduros, donde los costes de producción son más altos, además de verse penalizados todavía por las importaciones de baterías.
Desde hace mucho tiempo se nos viene diciendo que el umbral de equilibrio en el precio de adquisición de un coche eléctrico frente a uno térmico se logrará cuando el mercado funcione a 100 $/kWh, algo que no sucederá hasta 2026 como pronto, dos años más tarde de lo previsto. Claro que a favor cuenta que la situación actual de incertidumbre económica y social, junto a una inflación como nunca se había visto, ha hecho que los coches de combustión se hayan encarecido también y el precio se haya reducido frente a los eléctricos pero no porque la ecuación eléctrica haya salido como se preveía. Y esta paridad llegará antes al territorio Premium donde ya, si analizas y comparas precios te encontrarás opciones similares a nivel de prestaciones/potencias por precios muy cercanos a la combustión. Del mismo modo, en China, y hablando de coches ciudadanos eléctricos, empieza a haber opciones a 5.000 $.