Funcionan desde 2010, cuando se estrenó el primero de ellos en el túnel de Guadarrama, en la A-6, entre Madrid y Segovia. Y después de este han llegado 91 radares de tramo más, algunos de los cuales se han convertido en auténticas máquinas de multar.
Así funcionan los radares de tramo
A diferencia de los radares fijos, que controlan un punto kilométrico en concreto, multan a los vehículos que no mantienen la velocidad legal a lo largo de un tramo de varios kilómetros. Y aunque se llaman radares de tramo, en realidad no funcionan como tal ya que se trata de cámaras de visión artificial, similares a las que multan en los semáforos, por ejemplo.
Este sistema de cámaras graba de forma continua e identifican la matrícula de cada vehículo a la entrada y salida del tramo en cuestión. Un ordenador relaciona las matrículas iguales, comprueba los tiempos de paso y calcula la velocidad media del vehículo. Cuando la velocidad media del recorrido está por debajo del límite, no hay infracción. Pero si la velocidad media del trayecto supera el límite, se tramita la denuncia de la infracción.

A partir de aquí, el proceso es similar al de un radar fijo. Las imágenes y los datos de la infracción se envían al Centro de Gestión de Denuncias Automatizadas de León, encargado de tramitar y enviar la correspondiente sanción.
Una trampa para los conductores, dentro y fuera de las ciudades
Pero, mientras que en un radar fijo tienes que mantener la velocidad legal solo en un punto en concreto, en el caso de los radares de tramo la cosa se complica ya que debes mantenerla entre dos puntos, algunos de los cuales están separados por varios kilómetros. De ahí que muchos conductores acaben superando la velocidad media.
De los 92 radares de tramo que funcionan en España, el más largo está situado en Palencia, concretamente en la CL-615. Mide nada menos que 32 kilómetros, de ahí que sea difícil mantener una velocidad media en todo el tramo. Además, a esto hay que sumar que la velocidad máxima no siempre es la misma.

El 15 de septiembre comenzó a funcionar el radar de tramo más largo de Madrid y el tercero de la capital. Está situado en la calle Sinesio Delgado, abarca un total de 1.783 metros en sentido Ciudad Universitaria y 1.800 metros en sentido Castellana, y la velocidad en todo el tramo es de 50 kilómetros por hora. Pero la gran novedad es que es el primero que cuenta con dispositivos intermedios para captar a los vehículos que entran por las vías de acceso.
Polémica con los radares de tramo
Los radares de tramo tampoco han estado exentos de polémica. Hace solo unos días os contábamos cómo se pueden llegar a anular cientos de miles de multas en Madrid por un error en el radar de tramo más temido.
Se trata del radar instalado en el punto kilométrico 4 de la Autovía A-5, que opera tanto en sentido entrada como salida. La asociación de defensa de los automovilistas Dvuelta ha constatado el mal funcionamiento del dispositivo al menos desde agosto de 2019. La razón, según comentan, es que “la distancia real del tramo controlado no coincide con la especificada en el certificado de verificación técnica del cinemómetro, hecho que invalida su eficacia probatoria en la supuesta comisión de una infracción por exceso de velocidad”.

Según la propia web del Ayuntamiento este radar es el radar de tramo que más recaudó en 2022, y el tercero hasta junio de 2023. En total, según calculan desde la asociación de automovilistas, ha impuesto 250.000 multas por valor de unos 18 millones de euros desde su puesta en marcha.
Esta es la lista con todos los radares de tramo en España
A continuación os dejamos una lista con todos los radares de tramo repartidos por nuestras carreteras.