¿Por qué Cordes abandona Mercedes?

Cuando Jürgen Schrempp anunció su retirada de la presidencia de DaimlerChrysler, su máximo aliado en el consorcio, Eckhard Cordes, pensó que ocuparía su puesto. Sin embargo, el consejo de vigilancia de la compañía eligió a Dieter Zetsche, responsable de Chrysler, para suceder a Schrempp. Un despechado Cordes puso entonces su cargo a disposición de la compañía y anunció su marcha, que se ha acelerado en los últimos días. ¿Quieres saber por qué? Te descubrimos las claves de este “culebrón".

¿Por qué Cordes abandona Mercedes?
¿Por qué Cordes abandona Mercedes?

La trama de poder que existe en el seno de DaimlerChrysler parece haber salido de la ficción. Su capítulo más reciente se ha escrito ayer, después de que el C0onsejo de Vigilancia del consorcio aceptara la renuncia del presidente de Mercedes, Eckhard Cordes. En teoría, su salida iba a producirse el 1 de enero, fecha en la que Jürgen Schrempp, aún máximo responsable de DC, abandonará su cargo, tras dimitir formalmente el 28 de julio. ¿Por qué tanta prisa? El golpe de mano de Cordes obliga al sucesor de Schrempp, Dieter Zetsche, a ocuparse de Mercedes desde el 1 de septiembre y a compaginar sus labores como presidente de la marca y del consorcio desde el 1 de enero, lo que trastoca (o acelera) los planes del recién llegado. Zetsche fue elegido como nuevo presidente del grupo en detrimento de Cordes, quien se creyó heredero natural del puesto de Schrempp cuando éste dimitió. Pero su apoyo incondicional al responsable de la marca, lejos de llevarle más alto, le ha cortado las alas: la mala gestión de Schrempp ha arrastrado a su seguidor, que secundó la desastrosa gestión del presidente de la compañía a lo largo de los años. Las negociaciones de la polémica fusión de Daimler-Benz con Chrysler corrieron a su cargo, lo que le enemistó con los accionistas, que pensaron que la operación sólo traería pérdidas. Un poco más tarde, de nuevo Cordes apoyó a Schrempp cuando se produjo la crisis de Mitsubishi, empresa adquirida por el grupo y a la que fue necesario renunciar el año pasado, debido al déficit que arrojaba.Ante esta situación, los inversores demandaron un cambio de aires y se eligió a Zetsche, conocido por sanear el brazo estadounidense de la automovilística. Al enterarse del nombramiento de su gran rival, la renuncia de Cordes fue inmediata y la prensa alemana, para explicarla, especuló con el despecho que sentía el directivo.Según el diario “El País", los analistas consultados por la prensa alemana creen que la marcha de Cordes es una doble victoria para Zetsche. Si el seguidor de Schrempp hubiera permanecido en Mercedes, se hubiera opuesto continuamente a las ideas del aún responsable de Chrysler.El adiós de Cordes, a quien se describe como un estratega frío, obliga a Zetsche a hacerse cargo de Mercedes desde el 1 de septiembre. Ahora, habrá de tomar las riendas del programa de ahorro diseñado por el “delfín" de Schrempp, con el que pretendía mejorar los resultados de la marca en 3.500 millones de euros hasta 2007. La situación no será fácil, pues podría encontrar el rechazo de Rainer Schmückle, encargado de ejecutar el plan y allegado de Cordes.La renuncia de Cordes también acelerará el cambio de poder en Chrysler; en principio, Zetsche iba a ceder su puesto a Thomas W. LaSorda el 1 de enero. Será en esa fecha cuando compagine sus labores como presidente de DaimlerChrysler y de Mercedes, firma en la que podría permanecer hasta un año: según el responsable de comunicación, Hartmut Schick, “quiere dejar la marca en una situación estable antes de buscar un sucesor". Además, tiene que devolver a Mercedes al trono de los fabricantes de lujo. Asimismo, tendrá que hacerse cargo de la deficitaria situación de Smart, que no ha dado beneficios en sus seis años de vida, y de Maybach, una firma de súper-lujo que apenas vende vehículos, según apunta el periódico “El Mundo".La dimisión efectiva de Cordes se ha producido un día después de conocerse que el supervisor económico alemán (BaFin) ha abierto una investigación sobre las compras y ventas de acciones que se produjeron durante la renuncia de Schrempp. Cordes, que se deshizo de todos sus títulos tras conocerse la dimisión, se ha embolsado más de un millón de euros.