En 2024 los coches con etiqueta ‘B’ se verán afectados, no obstante será 2026 el año donde estos coches tengan muchos más problemas para moverse sin ser multados, especialmente en ambientes urbanos.
2024 como punto de partida
El año que viene, 2024, será el punto de partida para la implantación de restricciones más severas, donde se verán especialmente afectados los que tengan coche con etiqueta ‘B’, es decir los más contaminantes dentro de los que disponen de la famosa pegatina otorgada por la Dirección General de Tráfico.
Por ello es fundamental mantenerse informado sobre las regulaciones y las restricciones, sobre todo si resides en Barcelona o en Madrid.
Madrid
En Madrid no hay demasiada novedad respecto a los vehículos con etiqueta ‘B’. Esto podrán seguir circulando por la ciudad menos en la ZBE de Especial Protección Distrito Centro, o lo que es lo mismo, lo conocido como Madrid Central, a donde estos coches ni los C nunca han tenido permitida la entrada, a no ser que estacionen en parking.
De todas formas, podemos consultar estas restricciones en la página de Madrid 360 impulsada por el Ayuntamiento de la capital española.

Barcelona
Es probable que en la ciudad condal no puedas entrar a partir del próximo año. El consistorio está esperando la aprobación judicial respecto a las medidas propuestas para cumplir con la normativa de emisiones. Si fueran aprobadas, se prohibiría ya desde el día 1 de enero de 2024 la entrada de los coches con etiqueta B a todo el área metropolitana de Barcelona.
Desde la ciudad catalana, han decidido ir todavía más allá y se plantean que los vehículos con etiqueta C, no puedan circular por la ciudad a partir del año 2030, lo que supondría que si vives en Barcelona, solo valdrían de aquí a siete años aquellos coches que contasen con pegatina ECO o 0.
2026
De cara a tres años vista los vehículos ‘B’ podrían ser lo que son a día de hoy los que no tienen pegatina es decir, los de tipo ‘A’. Esto ocurrirá en los municipios con más de 50.000 habitantes.
Todas estas restricciones pueden llegar a impulsar la compra de nuevos vehículos y, para la gente que no cuenta con el respaldo económico suficiente supondrá un grave problema, especialmente para aquellos que tengan difícil comunicación con ciertos lugares de trabajo y ocio.