Londres, Estocolmo, Milán, Nueva York… ¿Y también próximamente alguna ciudad española? Puede ser, desde luego. Hablamos de nuevos peajes urbanos o tasas anti congestión, una solución de movilidad que va cobrando fuerza en todo el mundo, mostrándose muy efectiva y por la que parece apostarse ya también en España. Pero, ¿cómo podría aplicarse?
De momento, la Ley 9/2025, de 3 de diciembre, de Movilidad Sostenible, publicada ya en el BOE el pasado día 4 de diciembre, y vigente desde el 5 de diciembre de 2025, habilita ya legalmente a los ayuntamientos a establecer en España nuevas tasas por la circulación en Zonas de Bajas Emisiones. La medida se incluye en un marco normativo más amplio que busca reducir la contaminación urbana, promover un transporte más sostenible y fomentar el uso de vehículos ecológicos o el transporte colectivo.
Los ayuntamientos ya pueden establecer por ley peajes urbanos en España
Esta nueva normativa, ya incluida además en el Texto Refundido de la Ley Reguladora de las Haciendas Locales para permitir que los propios ayuntamientos puedan determinar de manera autónoma la cuota tributaria aplicable a cada vehículo, casa perfectamente además con los objetivos propuestos ya abiertamente por la DGT: sacar a los coches de las ciudades.
Y es que el propio director general de Tráfico, Pere Navarro, confirmó hace unos días durante el VIII Encuentro de Ciudades por la seguridad vial y la movilidad sostenible, celebrado en Badajoz, que “el secreto de la movilidad urbana es transporte público, transporte público y transporte público y transporte público, punto final. Sobre todo, para las grandes ciudades que tienen unas ciudades periféricas en los alrededores. El modelo al cual todos aspiramos… Es disminuir la presencia del coche en la ciudad, punto. Así de sencillo”.
La DGT, contundente: "No queremos coches en el centro de las ciudades"
Pere Navarro concluyó su intervención asegurando, además, que “no queremos coches en el centro de la ciudad, no rellenar aquello de coches eléctricos y tener otra vez el problema de la congestión, pero esta vez con coches eléctricos”. De ahí que las nuevas tasas o peajes urbanos oteen ya en el horizonte como una de las alternativas más viables que podrían aplicarse sin duda en España. Sobre todo, a tenor de los resultados que obtiene en otras zonas del mundo.
Sí, porque según hemos conocido precisamente hoy, en Nueva York, una de las últimas ciudades que decidió aplicar este tipo de tasas, está resultando todo un éxito al mejorar significativamente la calidad del aire. En concreto, la introducción de la “Zona de Alivio de la Congestión” se ha implantado en la ciudad estadounidense durante este mismo 2025 en torno a Midtown y el centro de Manhattan.
El nuevo peaje de Nueva York, todo un éxito para la calidad del aire
Convertida así Nueva York en la primera gran ciudad estadounidense en implementar este tipo de peaje digital por congestión, los pagos deben realizarlos todos los conductores que crucen estos límites del peaje al sur de la calle 60 entre semana, entre las 5:00 y las 21:00 de la noche. Los pagos se efectúan en función a la categoría de los vehículos, abonando los turismos aproximadamente unos 9 dólares por circular.
El sistema de pago funciona de forma totalmente automática mediante reconocimiento de matrículas, sin barreras ni estaciones. La medida no solo busca evitar atascos, sino también financiar al mismo tiempo el transporte público de Nueva York y, según los primeros datos publicados por un equipo de investigación de la Universidad de Cornell, teniendo en cuenta la calidad del aire en el área metropolitana de la ciudad entre el 1 de enero y el 30 de junio de 2025, los resultados arrojan que, dentro de la propia zona de peaje, el nivel máximo promedio diario de contaminación por partículas se redujo en 3,05 µg/m³, lo que representa una disminución del 22% en comparación con el valor esperado de 13,8 µg/m³.
Lo sorprendente no es solo el efecto que ha tenido la medida dentro de la zona de peaje. En los cinco distritos de la ciudad de Nueva York, el nivel también disminuyó en 1,07 µg/m³, y en toda el área metropolitana en 0,7 µg/m³. Contrariamente a lo esperado, no se ha producido simplemente un desplazamiento de la contaminación atmosférica a las zonas vecinas, sino una disminución generalizada.
El estudio insta así ahora a que los futuros sistemas de tasas por congestión no solo se introduzcan en todas las ciudades del mundo, sino que también se desarrollen continuamente, con tarifas dinámicas, exenciones específicas para vehículos de bajas emisiones e inversiones en logística limpia, con el objetivo principal de acelerar aún más la disminución de los vehículos diésel. ¿Es la prueba final que necesita el Gobierno y la DGT para apostar firmemente por este nuevo tipo de tasas? Lo veremos en los próximos años.
