Hay averías… y averías. Y algunas en los coches son graves, y pueden llegar a costarte hasta 2.500 euros. La mala suerte o el tiempo pueden pasar factura, pero a veces muchas de ellas son evitables simplemente con una revisión a tiempo y un buen mantenimiento.
Y es que, tal y como nos asegura Euromaster, no realizar ahora antes de la vacaciones una buena puesta a punto del coche puede causar importantes disgustos. Como ejemplo, una simple revisión del líquido refrigerante, que cuesta en los talleres menos de 40 euros, puede llegar a provocar en el peor de los casos incidencias tan graves como la quemadura de la junta de la culata del motor. Y sí, esta reparación supone ya cerca de 2.500 euros. Palabras mayores.
Esta revisión es importante en los vehículos más modernos, ya que pueden calentarse más y hay que tener en cuenta que el líquido refrigerante puede llegar a perder propiedades con el paso del tiempo. Pero no es lo único, ni mucho menos, que deberías revisar para evitar averías importantes.

Desde Euromaster nos recomiendan que es importante también comprobar el estado de los 12 puntos críticos, que afectan, además de a este líquido refrigerante, a neumáticos, aceite, sistema de frenado, suspensión, luces o batería. Esto puede costar entre 30 y 70 euros, pero según la cadena de talleres es la garantía del buen funcionamiento del coche durante las vacaciones.
Al margen de averías que incluso pueden comprometer la seguridad, el aire acondicionado es otro elemento que debería revisarse para no pasar un mal verano en el coche. Se trata de un sistema barato de mantener, ya que las cargas pueden rondar los 50 €, pero caro de arreglar: la rotura del compresor puede costar, a cambio, hasta 400 euros.
El filtro del habitáculo, que cuesta entre 10 y 20 euros, también puede afectar al flujo del aire si tiene alguna deficiencia, no permitiendo enfriar el aire. Y en esta época eso también puede ser un problema… y muy importante.