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Al habitáculo llega permanentemente un ruido de funcionamiento –unido también al de rodadura- que llega a resultar molesto, al menos cuando se conduce en soledad. Quizás con la pareja al lado y dos o tres chiquillos detrás este sonido carezca de importancia, dadas las múltiples conversaciones que se suelen solapar en esas circunstancias, pero en cualquier caso, ya de entrada, los interlocutores tendrán que adoptar un tono de voz alto para dejarse oír.En cuanto a chasis y suspensiones, la probada plataforma creada por el consorcio Nissan-Renault y ya utilizada en Micra, Clio III y Modus se ha alargado y se le han acoplado suspensiones delanteras McPherson con brazos tirados y eje trasero con barra de torsión. Respecto al Micra, la rigidez del conjunto se ha incrementado y se han revisado muelles y amortiguadores, suavizando algo la dureza de la suspensión trasera, de manera que no se penalice el confort de marcha. Los ocupantes van cómodos y no aparecen balanceos que puedan asustar al conductor ni comprometer la seguridad en los trazados con curvas. En tramos con baches o superficie en mal estado no se aprecian rebotes, ya que el sistema de absorción de irregularidades con que cuenta el Note (utilizado por primera vez en el 350Z) resulta bastante eficaz.Hemos dejado para el final un apartado que solemos analizar en primer lugar, ya que es lo primero que percibimos al entrar en un nuevo modelo: el puesto de conducción. En el caso del Note, algo falla; aparentemente todo está bien: la instrumentación tiene un diseño correcto y se ve sin problemas, los mandos están a mano, la palanca de marchas no defrauda, el asiento no resulta incómodo, pero… no hay forma de conseguir una buena postura de conducción. Ya en marcha, con el pie correctamente apoyado en el paso de rueda, con los retrovisores bien regulados, con todo lo demás en equilibrio, uno tiene la impresión de estar conduciendo no de frente sino algo escorado hacia la izquierda, como si mirase un poco al pilar A (el que flanquea el parabrisas). De ello se podría derivar alguna molestia en el cuello y la espalda, al cabo de cierto tiempo de conducción. ¿A qué se debe esto? Por increíble que parezca, el asiento del conductor está desplazado unos dos centímetros a la derecha, lo que desestructura la postura y ocasiona esa sensación de estar conduciendo a trasmano. En la presentación que Nissan organizó para la prensa en Madrid sólo estaba disponible la versión con motor 1.6 de gasolina. Dentro de pocas semanas, podremos probar unidades del Note con motor Diesel y encontraréis nuestras valoraciones en la sección de Pruebas. Seguimos un itinerario con tramos de autovía, carretera con curvas y trazados urbanos, todo ello en muy buenas condiciones meteorológicas.
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Al habitáculo llega permanentemente un ruido de funcionamiento –unido también al de rodadura- que llega a resultar molesto, al menos cuando se conduce en soledad. Quizás con la pareja al lado y dos o tres chiquillos detrás este sonido carezca de importancia, dadas las múltiples conversaciones que se suelen solapar en esas circunstancias, pero en cualquier caso, ya de entrada, los interlocutores tendrán que adoptar un tono de voz alto para dejarse oír.En cuanto a chasis y suspensiones, la probada plataforma creada por el consorcio Nissan-Renault y ya utilizada en Micra, Clio III y Modus se ha alargado y se le han acoplado suspensiones delanteras McPherson con brazos tirados y eje trasero con barra de torsión. Respecto al Micra, la rigidez del conjunto se ha incrementado y se han revisado muelles y amortiguadores, suavizando algo la dureza de la suspensión trasera, de manera que no se penalice el confort de marcha. Los ocupantes van cómodos y no aparecen balanceos que puedan asustar al conductor ni comprometer la seguridad en los trazados con curvas. En tramos con baches o superficie en mal estado no se aprecian rebotes, ya que el sistema de absorción de irregularidades con que cuenta el Note (utilizado por primera vez en el 350Z) resulta bastante eficaz.Hemos dejado para el final un apartado que solemos analizar en primer lugar, ya que es lo primero que percibimos al entrar en un nuevo modelo: el puesto de conducción. En el caso del Note, algo falla; aparentemente todo está bien: la instrumentación tiene un diseño correcto y se ve sin problemas, los mandos están a mano, la palanca de marchas no defrauda, el asiento no resulta incómodo, pero… no hay forma de conseguir una buena postura de conducción. Ya en marcha, con el pie correctamente apoyado en el paso de rueda, con los retrovisores bien regulados, con todo lo demás en equilibrio, uno tiene la impresión de estar conduciendo no de frente sino algo escorado hacia la izquierda, como si mirase un poco al pilar A (el que flanquea el parabrisas). De ello se podría derivar alguna molestia en el cuello y la espalda, al cabo de cierto tiempo de conducción. ¿A qué se debe esto? Por increíble que parezca, el asiento del conductor está desplazado unos dos centímetros a la derecha, lo que desestructura la postura y ocasiona esa sensación de estar conduciendo a trasmano. En la presentación que Nissan organizó para la prensa en Madrid sólo estaba disponible la versión con motor 1.6 de gasolina. Dentro de pocas semanas, podremos probar unidades del Note con motor Diesel y encontraréis nuestras valoraciones en la sección de Pruebas. Seguimos un itinerario con tramos de autovía, carretera con curvas y trazados urbanos, todo ello en muy buenas condiciones meteorológicas.
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Al habitáculo llega permanentemente un ruido de funcionamiento –unido también al de rodadura- que llega a resultar molesto, al menos cuando se conduce en soledad. Quizás con la pareja al lado y dos o tres chiquillos detrás este sonido carezca de importancia, dadas las múltiples conversaciones que se suelen solapar en esas circunstancias, pero en cualquier caso, ya de entrada, los interlocutores tendrán que adoptar un tono de voz alto para dejarse oír.En cuanto a chasis y suspensiones, la probada plataforma creada por el consorcio Nissan-Renault y ya utilizada en Micra, Clio III y Modus se ha alargado y se le han acoplado suspensiones delanteras McPherson con brazos tirados y eje trasero con barra de torsión. Respecto al Micra, la rigidez del conjunto se ha incrementado y se han revisado muelles y amortiguadores, suavizando algo la dureza de la suspensión trasera, de manera que no se penalice el confort de marcha. Los ocupantes van cómodos y no aparecen balanceos que puedan asustar al conductor ni comprometer la seguridad en los trazados con curvas. En tramos con baches o superficie en mal estado no se aprecian rebotes, ya que el sistema de absorción de irregularidades con que cuenta el Note (utilizado por primera vez en el 350Z) resulta bastante eficaz.Hemos dejado para el final un apartado que solemos analizar en primer lugar, ya que es lo primero que percibimos al entrar en un nuevo modelo: el puesto de conducción. En el caso del Note, algo falla; aparentemente todo está bien: la instrumentación tiene un diseño correcto y se ve sin problemas, los mandos están a mano, la palanca de marchas no defrauda, el asiento no resulta incómodo, pero… no hay forma de conseguir una buena postura de conducción. Ya en marcha, con el pie correctamente apoyado en el paso de rueda, con los retrovisores bien regulados, con todo lo demás en equilibrio, uno tiene la impresión de estar conduciendo no de frente sino algo escorado hacia la izquierda, como si mirase un poco al pilar A (el que flanquea el parabrisas). De ello se podría derivar alguna molestia en el cuello y la espalda, al cabo de cierto tiempo de conducción. ¿A qué se debe esto? Por increíble que parezca, el asiento del conductor está desplazado unos dos centímetros a la derecha, lo que desestructura la postura y ocasiona esa sensación de estar conduciendo a trasmano. En la presentación que Nissan organizó para la prensa en Madrid sólo estaba disponible la versión con motor 1.6 de gasolina. Dentro de pocas semanas, podremos probar unidades del Note con motor Diesel y encontraréis nuestras valoraciones en la sección de Pruebas. Seguimos un itinerario con tramos de autovía, carretera con curvas y trazados urbanos, todo ello en muy buenas condiciones meteorológicas.
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Al habitáculo llega permanentemente un ruido de funcionamiento –unido también al de rodadura- que llega a resultar molesto, al menos cuando se conduce en soledad. Quizás con la pareja al lado y dos o tres chiquillos detrás este sonido carezca de importancia, dadas las múltiples conversaciones que se suelen solapar en esas circunstancias, pero en cualquier caso, ya de entrada, los interlocutores tendrán que adoptar un tono de voz alto para dejarse oír.En cuanto a chasis y suspensiones, la probada plataforma creada por el consorcio Nissan-Renault y ya utilizada en Micra, Clio III y Modus se ha alargado y se le han acoplado suspensiones delanteras McPherson con brazos tirados y eje trasero con barra de torsión. Respecto al Micra, la rigidez del conjunto se ha incrementado y se han revisado muelles y amortiguadores, suavizando algo la dureza de la suspensión trasera, de manera que no se penalice el confort de marcha. Los ocupantes van cómodos y no aparecen balanceos que puedan asustar al conductor ni comprometer la seguridad en los trazados con curvas. En tramos con baches o superficie en mal estado no se aprecian rebotes, ya que el sistema de absorción de irregularidades con que cuenta el Note (utilizado por primera vez en el 350Z) resulta bastante eficaz.Hemos dejado para el final un apartado que solemos analizar en primer lugar, ya que es lo primero que percibimos al entrar en un nuevo modelo: el puesto de conducción. En el caso del Note, algo falla; aparentemente todo está bien: la instrumentación tiene un diseño correcto y se ve sin problemas, los mandos están a mano, la palanca de marchas no defrauda, el asiento no resulta incómodo, pero… no hay forma de conseguir una buena postura de conducción. Ya en marcha, con el pie correctamente apoyado en el paso de rueda, con los retrovisores bien regulados, con todo lo demás en equilibrio, uno tiene la impresión de estar conduciendo no de frente sino algo escorado hacia la izquierda, como si mirase un poco al pilar A (el que flanquea el parabrisas). De ello se podría derivar alguna molestia en el cuello y la espalda, al cabo de cierto tiempo de conducción. ¿A qué se debe esto? Por increíble que parezca, el asiento del conductor está desplazado unos dos centímetros a la derecha, lo que desestructura la postura y ocasiona esa sensación de estar conduciendo a trasmano.