Aunque todavía está pendiente de aprobación, el Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte (PEIT) va a dar mucho que hablar en las próximas semanas. De momento, este ambicioso proyecto ha sido presentado a las comunidades autónomas, de las que han recibido claros mensajes de escepticismo. Los Gobiernos autonómicos quieren conocer cuál será el modelo de financiación para una inversión estimada en 240.000 millones de euros.La principal queja que esgrimen muchas regiones es que el Gobierno no ha explicado desde un principio cómo es posible financiar tal volumen de inversión. De hecho, el más que probable recorte de fondos comunitarios, que se producirá a partir de 2007, y el mantenimiento de la estabilidad presupuestaria como objetivo de la actual política económica dejan en una delicada situación la financiación de la obra pública, siempre y cuando la aportación del capital privado sea tan reducida como la anunciada (un 20 por ciento).En Fomento son conscientes de esta problemática y, por ello, esperan abrir en las próximas semanas un importante debate sobre modelos de financiación. Aún así, la Administración ya tiene claras las alternativas. “Es necesaria una introducción progresiva de los principios de tarificación (pago por uso) basados en el uso efectivo de las infraestructuras, o en la calidad del servicio ofrecido", señala el propio texto del PEIT.Con esta idea, Fomento prevé desarrollar “una Ley Marco de Financiación del Sistema de Transporte que favorezca la estabilidad y eficiencia en las inversiones y la transparencia en la formación de los precios del transporte", como afirma en el PEIT. Esta nueva norma se fijaría como objetivo “distribuir de manera equitativa entre los usuarios y el conjunto de la sociedad los costes por el uso de las infraestructuras, mejorando la posición de los agentes más débiles y garantizando la competencia leal entre modos y operadores".Fomento recuerda que la Unión Europea ya ha apuntado en los últimos años al pago por parte del usuario como instrumento económico fundamental para la regulación de la demanda de transporte y para que los recursos necesarios no supongan una carga inabordable para los presupuestos públicos.El extenso documento presentado en el ministerio hace también referencia a los países de Europa donde este modelo de financiación ya se aplica. En Suiza, Alemania o Austria han acudido, por ejemplo, a la denominada “viñeta", un sistema en el que el usuario de cierta clase de vehículos debe comprar el título que da derecho de acceso a la red de autopistas. Suiza, por ejemplo, costea su red de infraestructuras con el canon que pagan los camiones que atraviesan su territorio. Austria utiliza también este tipo de ingresos para la construcción de un corredor ferroviario.Sin embargo, la idea de Fomento choca con el planteamiento electoral del Partido Socialista, que decía que había que reducir al mínimo los peajes y cargar las nuevas financiaciones a las cuentas del Estado o, en su defecto, buscar alternativas como los peajes en sombra, menos dañinas par los usuarios.
Más peajes para pagar las infraestructuras
Circular en el futuro en España por autopistas gratuitas parece cada vez más difícil. El Ministerio de Fomento ha diseñado ya un nuevo plan de infraestructuras que pretende obtener buena parte de su financiación mediante el modelo de pago por uso. La estabilidad presupuestaria y el recorte de fondos comunitarios no dejan más alternativa.
