La actual guerra entre Rusia y Ucrania está teniendo repercusiones y consecuencias en todos los frentes y apartados de los ámbitos económico, político y social a nivel internacional. En los últimos días y como medida de presión y de protesta frente a la invasión rusa de Ucrania, varias empresas multinacionales, entre las que se incluyen un buen número de fabricantes de automóviles, ya anunciaron su intención de parar la producción de vehículos y de frenar su actividad económica (o comercialización de sus productos).
Pues bien, frente a esas medidas y tal como se detalla en una información publicada por la agencia de noticias Reuters, Rusia acaba de amenazar y avisar con la nacionalización de todas aquellas empresas extranjeras que hayan dejado de producir o de comercializar sus productos en suelo ruso.
Tal y como explica la información de Reuters, un alto miembro del partido gobernante en Rusia habría propuesto la opción de nacionalizar las fábricas de las empresas que cerraron sus operaciones como medida de propuesta a la invasión que está sufriendo Ucrania por parte del país que preside Vladimir Putin.
Las sanciones económicas y los diferentes vetos de multitud de empresas multinacionales ya está teniendo sus efectos evidentes y reales en el devenir diario y en la economía de los rusos.
Andrei Turchak, secretario del consejo general del partido gobernante de Rusia, ha manifestado a Reuters lo siguiente: “Rusia Unida propone nacionalizar las plantas de producción de las empresas que anuncian su salida y el cierre de la producción en Rusia durante la operación especial en Ucrania (…) Tomaremos duras medidas de represalia, actuando de acuerdo con las leyes de la guerra”.
Recientemente, el Grupo Hyundai-Kia había anunciado que detenía la producción de sus vehículos en territorio ruso, aunque recientemente la compañía surcoreana ha confirmado que dicha decisión se ha tomado como consecuencia de la escasez de componentes. En este caso, la intención de Hyundai-Kia es volver a operar cuanto antes en cuanto les lleguen los suministros y diferentes elementos técnicos que permitan continuar fabricando en sus plantas de Rusia.
En el caso de Renault, propietaria de la compañía rusa AvtoVaz (y de los vehículos de la firma Lada) ha señalado en las últimas horas que buscaría un suministrador nacional ruso para que sus fábricas continúen produciendo vehículos.
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En el lado de las empresas petroleras, el anuncio más destacado de cese de actividad económica con Rusia lo ha realizado la multinacional Shell, que ha confirmado que dejará de comprar petróleo de este país, además de su intención de cerrar las estaciones de servicio ubicadas en dicho territorio.
De forma paralela, tanto Estados Unidos como Reino Unido han sido las únicas dos grandes naciones que han confirmado que van a dejar de comprar petróleo ruso. En el caso de los norteamericanos, su vinculación comercial en estos términos con Rusia va a ser total, mientras que la desvinculación de Reino Unido se hará de forma más gradual (la fecha marcada de forma oficial es a finales de 2022).