El próximo 1 de enero entran en vigor nuevas restricciones para que los vehículos más contaminantes, también conocidos como vehículos A, accedan a Madrid Central, donde no podrán entrar coches sin pegatina de la DGT a un aparcamiento privado sin ser residentes, ni con invitación de residentes empadronados. Recordemos que los coches sin etiqueta son aquellos de gasolina anteriores a 2000 y diésel previos a 2006.
A los coches sin etiqueta sólo se les permite el acceso si disponen de alguna condición que pueda ser autorizable, como que el vehículo pertenezca a una persona empadronada en el distrito de Centro o traslade a personas de movilidad reducida.
Esta misma limitación y excepcionalidad afecta a los vehículos A con hasta 3.500 kilos de masa autorizada, por ejemplo las ambulancias del Servicio Madrileño de Salud. También afecta a las** furgonetas y vehículos sin pegatina para urgencias** de suministros de agua, electricidad, gas y telecomunicaciones en la vía pública dentro del perímetro, los que acuden a entregar medicamentos y a recoger residuos farmacéuticos o incluso a los vehículos más antiguos de la DGT.
Desde el 1 de enero tampoco podrán acceder los coches con distintivo B de las autoescuelas situadas en el interior de Madrid Central. El Ayuntamiento de Madrid enviará correos electrónicos y mensajes instantáneos para alertar a aquellos propietarios de vehículos sin distintivo ambiental que hasta ahora podían acceder a Madrid Central de que a partir del 1 de enero no podrán hacerlo.
Aún queda por determinar si extender los permisos especiales de paso a determinados vehículos como las furgonetas de reparto sin pegatina o los padres y madres de niños escolarizados en el interior de esta área.
Tampoco podrán aparcar en zona SER
Además, a partir de 2020 los coches sin distintivo ambiental de la DGT no podrán aparcar en la zona con parquímetros, a excepción de los residentes que solo podrán estacionar en su propio barrio.
El Ayuntamiento de Madrid ha enviado cartas a los 42.000 madrileños que poseen un vehículo sin pegatina, ha colocado folletos informativos en los parabrisas e informa al respecto en los paneles de la M-30.
El veto al aparcamiento de los coches más contaminantes en la almendra central forma parte del calendario con el que la capital pretende expulsar de forma definitiva a estos vehículos en 2025. El siguiente paso será en 2022 cuando los coches sin etiqueta tampoco podrán atravesar esta área.
En 2023 quedarán también fuera de la M-30 y en 2024 solo los vecinos podrán usar estos coches en la capital, que quedarán desechados en todos los casos en 2025.