Los coches adquiridos en Gran Bretaña serán más baratos

El Gobierno británico va a poner en marcha una serie de medidas encaminadas a la reducción del precio de los vehículos nuevos que se venden en el Reino Unido. Con esta decisión, el precio de un automóvil de primera mano descenderá unos 1.650 dólares (casi 300.000 pesetas).

Las medidas, anunciadas por el ministro de Comercio e Industria, Stephen Byers, entrarán en vigor a partir del próximo 1 de septiembre y vienen encaminadas a acabar con una situación desfavorable para los consumidores británicos. Estos pagan, según un informe de la Comisión independiente para la Competencia, un 10 por ciento más por un vehículo nuevo que cualquier otro comprador en el resto de Europa.
Entre las medidas hechas públicas, se incluye la obligatoriedad de dar las mismas ventajas de compra tanto a compradores individuales como a empresas que adquieren flotas de automóviles. En el mismo sentido se va a prohibir a los proveedores que presionen a los concesionarios para que impongan precios artificialmente altos.
La iniciativa, según el ministro británico, nace con el objetivo de incrementar la competencia en el suministro y venta de vehículos nuevos. Para Byers, gracias a estas acciones los automovilistas del Reino Unido podrán ahorrarse 1.600 millones de dólares anuales (unos 288.000 millones de pesetas).
En respuesta a este anuncio, el sector automovilístico ha señalado que el precio de los vehículos nuevos vienen sufriendo un progresivo descenso, por lo que los compradores no deben esperar una bajada repentina del coste de este tipo de automóviles.