Los 5 mejores 'muscle cars' de la historia

Muscle cars, esos maravillosos 'cacharros' sobre ruedas, pura agresividad y presencia sobre la carretera, cuya fama mundial ha trascendido más allá de Estados Unidos y que el mundo del cine se ha encargado de popularizar en todo el planeta. Apriétate el cinturón y acompáñanos en este trepidante viaje con destino los mejores muscle cars de la historia, auténtica deportividad a la americana.

Los 5 mejores 'muscle cars' de la historia
Los 5 mejores 'muscle cars' de la historia

En 2014, se cumple el 50 aniversario de uno de los coches míticos en la historia más reciente del automóvil: el Ford Mustang. La marca del óvalo confirmó su llegada a Europa para principios de 2015, toda una alegría para los conductores del Viejo Continente amantes de la más pura deportividad a la americana, los muscle cars en estado puro.

 

Ford Mustang

Empezamos precisamente nuestro recorrido por los cinco mejores muscle cars de la historia con el Ford Mustang. Nacido en la década de los 60 y con los Chevrolet Camaro, Dodge Charger y Pontiac GTO como grandes rivales, generación tras generación (la última, la sexta, presentada en diciembre de 2013) ha sabido mantener un tremendo atractivo natural que ha conquistado a millones de conductores (como prueba, sus más de 9 millones de unidades vendidas a lo largo de sus 50 años de historia).

 

Ford MustangLos amantes de los clásicos norteamericanos consideran al Mustang GT500 de 1968 el mejor de todos los tiempos, gracias a su motor V8 de 355 CV de ronco sonido y diseño abrumador, todo un símbolo de masculinidad y fuerza.

 

En la historia del Ford Mustang, especialmente reseñables son sus múltiples versiones realizadas tanto en las variantes de techo cerrado como en las descapotables o convertibles. Las variantes Shelby con el sello del 'granjero de Texas', el mítico Carroll Shelby (fallecido el 10 de mayo de 2012), GT, SVT, SV y Cobra contribuyeron a engrandecer la exitosa historia deportiva del caballo al galope, el emblema inconfundible que siempre ha distinguido al Mustang, una auténtica estrella dentro y fuera de la carretera y que ha lucido palmito en multitud de películas, entre ellas, Bullit de Steve McQueen, 60 Segundos de Nicolas Cage o las más recientes Fast and Furious 6 y Need For Speed.

 

En la actualidad, la sexta generación del Ford Mustang se adapta a los tiempos actuales y pasa a incorporar la tecnología de motores de gasolina EcoBoost, que combina eficiencia con unas más que aceptables prestaciones. En este caso, el motor en cuestión es un 2.3 de cuatro cilindros y 309 CV, que se verá acompañado por otros propulsores, como el 3.7 V6 atmosférico de 303 CV y el 5.0 V8 atmosférico de 426 CV. La historia del Ford Mustang, al detalle.

 

Chevrolet Camaro

Viendo el éxito que empezó a cosechar Ford con el Mustang, en General Motors querían desarrollar un deportivo similar que estuviese a la altura. En 1967 se presenta oficialmente el Camaro de primera generación, que se vendió sólo hasta 1969 en variantes coupé y descapotable, con propulsión trasera y motores de seis cilindros en línea y V8 con potencias que podían variar entre los 155 y los 375 CV, según versiones. Para muchos fanáticos de la marca, el Camaro Z/28 de 1969 es considerado el mejor Camaro de todos los tiempos.

 

Como suele ser habitual en los muscle cars, configuración técnica con motor delantero y propulsión trasera y mecánicas de gran cilindrada. En la primera generación (1967-1969), se utilizaron motores de seis cilindros en línea con cubicajes de 3,8 y 4,1 litros, hasta varios motores V8 en cilindradas 4.9, 5.0, 5.4, 5.7, 6.5 y hasta 7.0, según versiones y encargos especiales. En la segunda generación del Camaro (1970-1981), al principio de la década se mantienen las grandes cilindradas y las potencias que rondaban e incluso superaban los 400 CV, aunque la situación político-social en Estados Unidos cambió radicalmente, al ordenarse de forma oficial una importante reducción de los consumos y emisiones contaminantes de los coches. De hecho, General Motors ordenó a sus marcas reducir la compresión de sus motores y otro tipo de cambios técnicos. Fruto de estos cambios, motores y versiones como la Z/28 pasó de 360 a 330 CV (y luego a 245 CV) y la potencia de los Super Sport 350 de 350 a 300 CV, e incluso ya con la Crisis del Petróleo de 1973 haciendo todos sus estragos, motores como 5.7 V8 pasaba de 350 CV a sólo 144-155-165 CV.

 

La tercera generación (1982-1992) del Camaro viene acompañada de muchos cambios estéticos y con motores 'bastante conservadores', ofreciéndose una amplia gama de propulsores V6, V8 e incluso variantes con motor 2.4 de cuatro cilindros en línea. La cuarta generación (1992-2002), misma esencia que la primera con carrocerías coupé y descapotable, tracción trasera, motores de seis y ocho cilindros y con potencias que iban creciendo muy poco a poco, con la inyección electrónica sustituyendo ya al sistema por carburación. De 2002 a 2009, la producción del Camaro se paralizó y hubo que esperar a la quinta generación, en 2009, con el resurgimiento de este muscle car en su actual quinta generación, con motores V6 y V8, tracción trasera y un diseño imponente y con mucho 'músculo' que recuerda a la primera generación y primeros años de la segunda. En la actualidad, la gama está formada por las siguientes versiones mecánicas: un 3.6 V6 de 328 CV, un 6.2 V8 de 405 y 432 CV, la versión Z8 con motor 7.0 V8 de 511 CV y el ZL1 con motor 6.2 V8 sobrealimentado con compresor de 587 CV.

 

Su popularidad también ha trascendido fuera de la carretera, siendo el gran protagonista de la película de ficción Transformers, sin olvidarnos de las variantes especiales Hot Wheels desarrolladas de forma conjunta con el conocido fabricante de juguetes a escala. El Chevrolet Camaro, a prueba

 

Dodge Charger

El Dodge Charger es otro de los 'grandes' en el segmento de vehículos deportivos americanos muscle cars. Algo menos conocido en Europa que el Mustang y el Camaro, también se ha ido adaptando a las necesidades del mercado generación tras generación.

 

La primera de la generaciones del Dodge Charger sólo se vendió dos años (1966-1967) con motor 5.2 V8. La segunda generación se vendió tres años (1968-1969 y 1970) y cosechó más ventas que la primera y se basó en la plataforma Chrysler B con el mismo motor 5.2 V8. Mención especial al espectacular Dodge Charger Daytona de 1969, cuyo mastodóntico alerón trasero no pasaba inadvertido. La tercera generación vino acompañada de ciertos cambios estéticos y se vendió sólo cuatro años (1971 a 1974, ambos incluidos). La cuarta generación también estuvo en producción poco tiempo  (1975-1977) y estrenó plataforma nueva (la del Chrysler 300). Tras cinco años con la producción parada, en 1982 regresó el Charger con la quinta generación (hasta 1987), con motores más pequeños e incluso turboalimentados, como un 2.2 turbo de 149 CV. Después de 16 años de nuevo con la producción parada, Dodge resucitó al Charger en 2006, con el estreno de la sexta generación, con motores más propios de un muscle car (en este caso, un 3.5 V6, un 5.7 V8 Hemi y un 6.1 V8). La actual generación, la séptima, se estrena 2011 y su gama mecánica la forman las siguientes opciones: un 3.6 Pentastar de 296 CV y un 5.7 V8 Hemi de 375 CV. La división deportiva de Chrysler-Jeep en Estados Unidos, SRT, también ofrece su particular versión del Charger de 476 CV.

 

De forma paralela al Charger el otro gran muscle car de Dodge ha sido y es el Challenger, uno de los pocos vehículos de este segmento que en la actualidad conserva formas estéticas muy parecidas a los grandes potros salvajes de los años 60 y 70 del siglo pasado.

 

Pontiac GTOPontiac GTO

Para muchos, el Pontiac GTO fue el primer vehículo que inauguró el segmento deportivo de los muscle cars, apareciendo poco antes que el Ford Mustang. El GTO nació en un primer momento como la versión más extrema con base del Pontiac Tempest, pero muy pronto fue adquiriendo su propia identidad. Desde Europa, recibió diversas críticas al adoptar la denominación GTO, al igual que otro deportivo mítico en el Viejo Continente (el Ferrari 250 GTO, siglas de las palabras italianas Gran Turismo Omologato9.

 

Al igual que los otros tres muscle cars mencionados (Mustang, Camaro y Charger), la época dorada del Pontiac GTO hay que buscarlas en sus primeros años y generaciones. De 1964 a 1967 se comercializó la primera de ellas, con un gran motor 6.5 V8 con versiones de potencia que iban desde los 329 hasta los 365 CV. La segunda generación (1968-1973) adoptó el mismo motor 6.5 V8 y sumó aún más carga estética al exterior. Las potencias que se ofrecían iban desde los 355 hasta los 371 CV. En 1969 aparece un vehículo muy venerado y cotizado en los Estados Unidos de la época: el Pontiac GTO The Judge, un nombre tomado de una serie de televisión muy popular en aquellos años -'Laugh in'-. A mediados de los 70, Pontiac también tuvo que rendirse a las restrictivas leyes contaminantes, bajando la compresión de sus motores y realizando multitud de modificaciones para que su mastodonte V8 fuera mucho más descafeinado. La tercera generación del Pontiac GTO sólo estuvo en producción un año (1974). Treinta años después, la marca australiana del grupo General Motors, Holden, decidió rebautizar las siglas GTO para un deportivo muy diferente al de los años 60-70, con suspensión independiente, propulsor 5.7 V8 de 359 CV y cambio manual de seis marchas (como opción, un automático de cuatro). Esta época moderna del GTO sólo duró tres años (del 2004 al 2006).

 

Plymouth BarracudaPlymouth Barracuda

Dos semanas antes de la presentación oficial del Ford Mustang, se lanzaba el Plymouth Barracuda. Su primera generación (1964-1966) destacaba por ofrece una ventanilla trasera de gran tamaño (Glassback), que servía para transmitir mucha fuerza y dinamismo, igual que el pez con idéntico nombre. En cuanto a motores, se ofrecieron dos: un 3.7 de seis cilindros en línea de 147 CV y un 4.5 V8 de 182 y 233 (versión Fórmula S Barracuda.

 

A finales de 1966, se lanzó la segunda generación del Plymouth Barracuda (en producción hasta 1969) con el consiguiente rediseño y cambios en la gama mecánica: desde un 2.8 de seis cilindros en línea de 116 CV, el 3.7 de 147 CV, hasta un 5.2 V8 y un 6.3 V8 con potencias que iban desde los 238 CV hasta los 329 CV. La tercera y última generación de este emblemático modelo estuvo en producción desde 1969 hasta 1974. La oferta mecánica era amplia e incluía el 'básico' 3.2 de seis cilindros en línea hasta gigantescos V8 (algunos de tipo HEMI). Las potencias de las versiones salidas de fábrica variaban entre los 127 hasta los 431 CV. Los últimos suspiros en la vida del Barracuda estuvieron marcados por las restrictivas normas anticontaminantes que llevó a Chrylser Corporation decidir el cese del Plymouth Barracuda.

 

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