El escandinavo no pudo mantener el ritmo de los más rápidos en la segunda especial, con un juego de neumáticos con poco dibujo y la cantidad de nieve que había sobre el asfalto.
Además, en el tercer tramo, en una salida dañó una rueda, que terminó pinchando a pocos kilómetros del final, donde siguió acumulando tiempo perdido, y vio cómo el finlandés Mikko Hirvonen (Citroen) se acercaba para presionar mañana y pasado por el último lugar del cajón.
Ahora Sordo puede respirar con cierta tranquilidad, después de haber estado intercambiando el segundo escalón del podio con Solberg desde el final del primer día.