La Dirección General de Tráfico ya dejó caer hace tiempo la posibilidad de retocar los límites de velocidad en las carreteras secundarias. El pasado mes de marzo, el por entonces ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, anticipó que estaban barajando reducir la velocidad de 100 km/h a 90 km/h en algunos tramos de algunas vías convencionales. Esta medida ya había sido contemplada en 2015, cuando la DGT preparó el Reglamento General de Circulación. Al final, la modificación de los límites no se hizo operativa, pero puede que ahora haya llegado el momento.
Las carreteras secundarias, las más peligrosas
Las carreteras secundarias suman más de 140.000 km de las vías españolas y son las que presentan un mayor riesgo vial: en ellas se producen 8 de cada 10 fallecidos por accidente de tráfico. Para la DGT, reducir los límites de velocidad podría ser una manera de rebajar el número de víctimas mortales. En el periodo de 2013 a 2017, el número de fallecidos se ha incrementado un 12%. Este aumento ha sido del 35% en los accidentes por salida de la vía; en ellos, la velocidad inadecuada es unos de los factores concurrentes.
Según el último informe realizado por la OCDE, “Velocidad y riesgo de accidente", a mayor velocidad mayor número de accidentes y víctimas, mientras que un descenso de la velocidad se acompaña de un descenso de la siniestralidad. El estudio analiza las experiencias realizadas en diez países después de poner en marcha cambios en los límites de velocidad o implementar programas de vigilancia por radares.
Además, en el informe se constata que el riesgo de fallecimiento de un peatón atropellado se multiplica por cinco cuando la velocidad de impacto pasa de 30 km/h a 50 km/h y que en vías interurbanas, reducir la velocidad media en 5 km/h produce un descenso de los accidentes mortales de un 28%.
Por todo ello, se recomienda reducir la velocidad para disminuir los accidentes y las víctimas, proponiéndose un límite de 70 km/h en las carreteras sin mediana de separación por el riesgo de choque frontal. En zonas urbanas con intersecciones y riesgo elevado de colisiones laterales y en áreas urbanas residenciales, donde los vehículos comparten espacio con los usuarios vulnerables, el límite debería ser de 50 km/h.
Los sistemas de asistencia a la conducción, claves
Para la DGT, otra de las medidas que ayudarían a reducir, evitar o mitigar los accidentes de tráfico sería la incorporación de sistemas de asistencia a la conducción (ADAS) a los vehículos. Según un estudio, la implantación generalizada de dichos sistemas rebajaría la severidad de los accidentes en un 57% y evitaría cerca de 51.000 siniestros y sus consecuencias.
Muchos de los ADAS disponibles en el mercado se han agrupado en función de las diferentes tipologías de siniestro (colisión, atropello, salida de vía…) y muchos de ellos reducen automáticamente la velocidad del vehículo si detectan riesgo de colisión. Los FCW (Alerta de colisión frontal), AEBS (frenado automático de emergencia), SLI (indicador de límite de velocidad) y ACC (control de crucero adaptativo) son algunos ejemplos.