Parece claro que Lexus no pretende imitar a nadie. Es una marca auténtica, fiel a sus principios, a los de un fabricante obsesionado con la calidad en su máxima expresión. Consolidada esa área desde que hace más de un cuarto de siglo pisaran Europa, hace ya más de una década que también se consagró como fabricante visionario gracias a su tecnología híbrida: máxima eficiencia con una alta sofisticación para el conductor y los usuarios. Baterías que no requieren enchufe porque se recargan sobre la marcha, un conjunto motriz híbrido que no eleva la carga de kilos a bordo del vehículo...
Cada Lexus híbrido suma cientos y cientos de metros y kilómetros, de segundos, minutos y horas de utilización en modo completamente eléctrico. Sus 4,9 l/100 km de consumo medio homologado son la certificación de semejante implementación técnica, que Lexus ha sabido adaptar a una gama de vehículos con diferentes perfiles y estilos... Y no hablamos de diseño, sino de conducción. El RC 300h es una de las mejores muestras.
Lexus RC 300h: tecnología
Bien proporcionado por su relación entre batalla y longitud, elegante pero muy dinámico, Lexus entiende el concepto Coupé en mayúsculas, en forma y fondo, en sensaciones deportivas, placer de uso y practicidad. Así las cosas, el RC 300h es mucho más que un coupé para cuatro. Su habitáculo es una de las mejoras muestras de saber hacer, de ergonomía, de calidad y atención por el detalle. Basta citar como ejemplo que confían en la división de pianos Yamaha la elaboración de diferentes paneles.
Lexus ha integrado sistemas a bordo para que sean intuitivos, fácilmente utilizables gracias a la nueva generación de botones electrostáticos, su mando giratorio o un práctico sistema de control y confirmación de funciones mediante un “Touch Pad”. También dispone de un vanguardista equipamiento y de sistemas y asistentes de seguridad de referencia en su categoría.
Lexus RC 300h: puesta a punto
Pero además, en el RC 300h, Lexus se ha tomado la licencia de desarrollar su elegante coupé por y para el conductor. Así lo demuestra el supremo confort de marcha, fruto de sus elaborados trenes rodantes, que no está reñido con una excepcional dinámica en la que los ingenieros han aplicado parte de la experiencia adquirida en el LFA, el súper coche de Lexus.
Sin olvidar que Nurbürgring ha sido el escenario ideal para ultimar la afinación de su chasis, para que la puesta en escena sólo responda a un único principio: perfección en la conducción, llevada a su máxima expresión en la versiones F Sport, con dos modos de conducción específicos, Sport S y S , que ajustan los parámetros de la amortiguación pilotada, de la dirección y la respuesta de motor y cambio, todo para ofrecer una experiencia de conducción aún más deportiva.
Lexus RC 300h: propulsión híbrida
Protagonista indiscutible es su sistema de propulsión Full Hybrid, de altísima eficiencia térmica. Tecnología que actualmente tiene otros valores como la certificación de vehículo ECO por la DGT, ajeno por tanto al “cierre” a la circulación urbana ante episodios de alta contaminación. Pero el poder de la H en Lexus es mucho más que una etiqueta.
Sus motores, térmico y eléctrico, proporcionan una progresiva y constante aceleración sin interrupción alguna de potencia, y son partícipes directos del agrado y dinamismo que transmite el RC 300h, con un rendimiento global de 223 CV. Un coche tecnológicamente muy avanzado y refinado, en el que incluso se genera virtualmente el sonido mecánico con su sistema “Active Sound Control”.