La ola de atentados agrava la crisis del sector automovilístico en EEUU

El ataque que sufrieron las Torres Gemelas y el Pentágono paralizó la actividad industrial de Estados Unidos, donde se encuentran las sedes de las tres mayores empresas automovilísticas del mundo: General Motors, Ford y DaimlerChrysler. Las firmas cerraron sus fábricas y dejaron de producir 15.000 vehículos sólo el martes. Ninguna de ellas ha valorado aún las pérdidas.

Los analistas de Detroit consideran que este año el mercado automovilístico norteamericano no llegará a 16 millones de unidades matriculadas, lo que empeoraría la situación de unas empresas inmersas en planes de reestructuración.

General Motors, que aún mantiene cerradas tres plantas en Estados Unidos y cuya fábrica de Estrasburgo vivió ayer una falsa amenaza de bomba, anunció el año pasado el despido de 26.000 trabajadores, 10.000 de ellos europeos. Además, su filial alemana Opel está preparando las medidas de reestructuración de su plan "Olympia", que se desvelarán en octubre.

Dicho plan prevé el cierre de varias fábricas y, a pesar de que se rumoreó que la factoría de Figueruelas era una de las que iban a cesar su producción, la marca alemana ha invertido en la planta zaragozana 661 millones de euros (110.000 millones de pesetas), de los que 70.000 se destinarán a la fabricación del nuevo Corsa.

Por su parte, Ford cuenta con una fábrica en

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a la que acaba de adjudicar la producción del nuevo Fiesta y de un nuevo modelo de Mazda, lo que supone una inversión de 541 euros (90.000 millones de pesetas). La compañía estadounidense, que desde la ola de atentados ha mantenido cerradas dos fábricas en EEUU, comenzó la reestructuración en Europa hace tres años.

Por último, DaimlerChrysler posee una fábrica en Vitoria donde se producen las Mercedes Vito y el Clase V. Esta planta anunció el año pasado que recibiría una inversión de 100.000 millones de pesetas hasta 2003.

Miguel Aguilar, director del departamento económico de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), ha afirmado que esta situación afectará al mercado español, aunque es "muy pronto" para saber en qué medida.

Los precios del combustible apenas han subido
La Asociación Americana del Automóvil (AAA) anunció ayer que los precios del combustible han aumentado menos de 2,6 pesetas.

Desde que los tres aviones secuestrados se estrellaron contra las torres gemelas y el edificio del Pentágono, el precio medio del carburante ha subido hasta los 1,5 dólares por galón (1 dólar=180 pesetas; 1 galón=4,5 litros).

"Esta pequeña subida indica que los conductores y casi todas las estaciones de servicio han reaccionado con calma y responsabilidad ante esta situación de crisis", afirmó Susan Pikradillas, vicepresidenta de Asuntos Externos de la AAA.

El incremento se ha detectado mientras que el Gobierno estadounidense reflexiona sobre una propuesta de investigación a varias gasolineras, que han llegado a doblar y triplicar los precios del carburante debido a la incertidumbre sobre la posibilidad de seguir abasteciéndose regularmente.