P: ¿Dónde estábamos hace un año y dónde estamos ahora, a nivel de Endesa y su compromiso con la movilidad de este país?
R: Estamos en una empresa en la que la apuesta por la movilidad eléctrica no existe porque sea una moda, sino porque realmente creemos que es la manera de descarbonizar el transporte, la economía y tenemos que ayudar a que se logre lo que nos comprometimos a finales de 2018. El compromiso sigue siendo exactamente el mismo, de hecho teníamos dos compromisos, 2.000 puntos de recarga a finales de 2020 y 8.500 a finales de 2023 y se mantienen ambos, a pesar del Covid, lo que nos está poniendo en una situación de no poco estrés. Instalar y llegar a acuerdos con los socios de suelo en las condiciones que hemos tenido hasta hace muy poco, donde mucha gente ha estado o está desafortunadamente en ERTE y no ha tenido disponibilidad de poder abrirte su negocio para instalar, o incluso teniéndolo abierto era una actividad esencial y no nos daban acceso como puede haber pasado con hospitales, supermercados… nos ha retrasado un poco las instalaciones, pero creemos y queremos seguir manteniendo el compromiso de los 2.000 puntos a final de año. Hicimos nuestros deberes en 2019, hicimos nuestros deberes en los primeros meses del año 2020, solo hemos dejado de instalar en las dos semanas de absoluto lock down que se prohibió cualquier actividad que no fuera definida como esencial. Después, ya dentro del periodo puro de Covid, hemos seguido instalando a menor ritmo de lo que veníamos haciendo.
P: ¿Cómo se gestiona un plan de 2.000 puntos, con diferentes tipologías de potencias/velocidad de carga?
R: Nosotros apostamos en su día por puntos de no menos de 22 kW, y esto ya fue una decisión importante porque das un valor adicional a quien carga el vehículo. No queremos gente que esté 10 horas en un punto de recarga, queremos puntos de recarga que sean útiles para mucha gente, con rotación, que haya bastante utilización y disponibilidad. Si ponemos puntos de 3,7 kW, pues menos de 8 horas no te las quita nadie, entonces la primera decisión que tomamos como Endesa fue poner puntos de recarga de cómo mínimo 22 KW, lo cual complica bastante las instalaciones pero ésta es una característica de nuestra red, la potencia. Es cierto que no todos los coches pueden cargar a 22 kW, pero bueno, los que se pueden aprovechar, pues por lo menos que se aprovechen, creemos que van a venir coches con cada vez más capacidad porque las baterías son cada vez más grandes y las capacidades de carga en A/C pues entendemos que van a subir. Luego, en carga continua, lo mínimo que estamos planteando son 50 kW, y evidentemente nosotros definimos y manejamos el plan. Tiene sentido poner un cargador de 50 kW en una estación de servicio, porque necesitas rapidez y la gente para menos tiempo. Esto no quita para que hayamos puesto cargadores de 50 KW en otras ubicaciones como centros comerciales. En aquellos sitios donde la gente tiene unos hábitos de uso donde no le importa el tiempo, se han puesto cargadores de 22 y en aquellos sitios en que los consumidores a día de hoy tienen unos hábitos de consumo de menos tiempo, pues se han puesto cargadores más rápidos. Luego, a partir de ahí, 150, 350 kW, que es lo que denominaríamos carga ultrarrápida, pues con éstos arrancamos este año porque no había coches que realmente los pudieran utilizar y son inversiones muy costosas. Está claro que hemos definido un plan pero luego el mercado nos está dando señales y tenemos que ser flexibles, si vemos que de repente la necesidad no es la que estamos planteando, modificamos nuestro despliegue de infraestructura.
P: Pero siempre partiendo de una rentabilidad de la inversión, porque vuestro trabajo debería verse complementado por las Administraciones para cubrir zonas poco rentables, pero donde hay público…
R: Cuando decidimos invertir y hacer nuestro plan fue porque realmente queríamos ser un habilitador del mercado y ayudar a que el mercado despegara, que la gente pudiera tomar la decisión de movilidad con garantías. Hemos hablado mucho con la Administración Publica, a todos los niveles, de las pegas o los problemas que estamos encontrando, no sólo económicos sino también administrativos… Tenemos cientos de puntos de recarga paralizados esperando que nos den las licencias de obra, tenemos cientos de puntos de recarga donde para que te den la licencia de obra hace falta que entren diferentes administraciones, ya no solo la regional o la local, sino Fomento. Son puntos de recarga que están en carreteras, con una regulación muy específica y tardan meses en contestarnos. Hay muchas cosas por resolver más allá de la ayuda económica, que son necesarias para que si la iniciativa privada quiere dar ese paso para ser habilitador de la movilidad eléctrica, pues por lo menos podamos hacerlo. Si a día de hoy no tenemos los puntos de recarga instalados y energizados, es realmente porque no podemos con las trabas que tenemos administrativas para poder llevarlo a cabo. Luego está el apoyo económico a nivel nacional o Comunitario, donde las ayudas puntuales a la inversión que se puedan hacer no cubren ni de lejos la operación de mantenimiento y la inversión, porque a lo mejor estamos hablando de que son ayudas que cubren el 15% o el 20% de la inversión, y eso con la utilización que tiene a día de hoy la infraestructura no hace ni de lejos que sea rentable. Cuando desde Endesa decidimos hacer este plan no lo hicimos para tirar el dinero, nosotros creemos que este mercado se tiene que dar y que esta infraestructura tendrá un uso en el medio y largo plazo, pero a día de hoy está recayendo el desembolso y el desarrollo en las espaldas de los operadores que están teniendo que apostar por ello. Pero si tuviese que pedir algo pediría más facilidad en los trámites -evidentemente el dinero siempre está muy bien- para que una vez que la iniciativa privada toma la decisión de dar ese paso hacia adelante, se pueda ejecutar.
P: En estos momentos, ¿qué hay más entre las grandes empresas que estáis en este entorno, coordinación o competencia?
R: Hay coordinación. Dentro del sector de la movilidad eléctrica entendemos que estamos en un mercado que no es maduro y tenemos que colaborar y de hecho colaboramos en muchas iniciativas, como apoyar la movilidad eléctrica de cara a la administración, y lo estamos haciendo con aquellas empresas que en principio parecerían que son evidentemente tus competidores. También es cierto que estamos en un momento en que se está creando el mercado, y ahí tú buscas tu posicionamiento, y como todas las empresas privadas que estamos en esto, estamos intentando tener la infraestructura más atractiva con las características que cada uno haya definido como una prioridad y a la hora de buscar ubicaciones o de licitar pues nos encontramos casi siempre los mismos. La competencia sana es buena, nos gusta competir, nos hace ser buenos a todos, aunque cada uno con nuestros planes.
P: ¿Cuándo el cliente con su tarjeta de crédito normal podrá pagar una recarga en cualquier poste de nuestro país?
R: Con nosotros sí puedes, lo único que tienes que hacer es bajarte la app, que quizás sea molesto, pero no hace falta que te des de alta, hay dos maneras de acceder a la infraestructura: si te bajas la app tienes una opción que es registrarse y otra que es directamente cargar, y si das directamente a cargar, metes tu tarjeta de crédito y cargas sin necesidad de darte de alta y tenemos bastantes clientes que utilizan esta funcionalidad. No todo el mundo la tiene, nosotros desde el año 2015. Desde el principio entendimos que tenía que ser sencillo para que la gente pudiera cargar sin necesidad de darse de alta. Es verdad que no pasas tu tarjeta físicamente por un terminal de compraventa, pero se puede hacer directamente desde la app metiendo el número de la tarjeta. Pero todo no se puede reducir al pago, hay que mirar qué servicios estás dando al usuario, y por ejemplo, cuando te digo que esto no es rentable, nosotros tenemos un centro de atención telefónico en tres idiomas 24/7 y esto tiene sus costes. Cuando tú quieres dar un servicio, no sólo tenemos que pensar en el propio servicio, en los cargadores y la inversión, sino todo lo que hay detrás para que eso sea así: tenemos ese Call Center, tenemos unas cuadrillas de mantenimiento con unos compromisos de que se arreglen en menos de tres horas las incidencias inmediatas, en menos de 24 horas si son más relevantes, es decir, que internamente aspiramos a que realmente el usuario que venga a cargar a un punto de recarga de Endesa, sea nuestro cliente o no, se vaya con el servicio, porque si no habremos fracasado, dará igual si hemos puesto 2.000 o 200.000 puntos de recarga, tenemos que ser capaces de que cargue y que si tiene un problema seamos capaces de solventarlo, y si pone que está funcionando, que funcione. Nosotros tenemos interoperabilidad ya con algunos operadores en España, lo que significa que puedes cargar desde la app de Endesa sobre red estructural de terceros. Hemos tardado meses en llevar a cabo la interoperabilidad hasta que hemos estado seguros de que funcionaba perfectamente y que los usuarios podían cargar sin problemas. Con la interoperabilidad puede parecer que hablamos de protocolos estándares y cuando te vas a conectar pues no es lo mismo para uno que para otro. Lo bueno de estar en un mercado en desarrollo es que al final aprendes cada día, entonces hemos llegado a acuerdos de interoperabilidad con el firme compromiso de quien se ponga delante del punto y esté en la red Endesa pueda cargar. En otros sitios simplemente ponen allí los puntos y funcionarán o no, hay veces que el punto ni está... Ahora mismo tenemos unos 700 puntos activos más o menos de esta manera. No vamos a llenar las apps de setas geolocalizadoras en las que el cliente no tenga la seguridad de que va a poder cargar.
P: El automovilista en nuestro país ha generado en 2019 20.000 millones de euros al estado en forma de impuestos a los combustibles. ¿No teméis que la dependencia pase de la “vaca lechera" de las petroleras a la vaca lechera de las eléctricas en el futuro?
R: No y te diré por qué: todo el mundo sabe los impuestos que paga a la administración pública a través de los combustibles fósiles porque son muy evidentes, y esto se entiende porque todo el mundo echa gasolina. Pues en la tarifa eléctrica pagamos una barbaridad de impuestos, que son otra “vaca lechera" que nada tiene que ver con la propia generación y costes del sistema eléctrico. También somos un entorno que se aprovecha, no por nosotros, para incluir ciertas políticas energéticas que se meten dentro de las tarifas y así se socializan, y también ciertas cargas fiscales que no deberían estar dentro de lo que es la tarifa eléctrica. Yo sí creo que el mundo tiene que ir, independientemente que trabajo donde trabajo, hacia renovables, hacia la electrificación para poder cumplir con los requerimientos de cuidar este mundo. Habrá que cambiar muchas cosas, yo creo que hay un gran reto para cualquier estado miembro de la Unión Europea que tendrá que reajustar sus impuestos, que tendrá que reajustar su recaudación para ayudar a que se desarrolle la economía pero que se desarrolle desde el punto de vista más verde ya que el marco regulatorio en el que estamos incluidos es que tenemos que ir hacia la descarbonización. Por eso creo que sería un error si de repente se pusieran a gravar la electrificación de cualquier consumo, ya sea para un coche o para cualquier otro uso, porque sería ir en contra de lo que necesitamos hacer, el sector eléctrico se está descarbonizando y aspira a ser cero neutro en emisiones en el año 2050.
P: ¿Pero tú crees que se dejan de contar con esos 20.000 millones a nivel recaudatorio y no se van a querer generar de otro sitio?
R: Yo creo que lo que habrá ahí también será ahorro y hay que ver la situación en conjunto teniendo en cuenta que nuestra balanza es súper deficitaria por las importaciones que hacemos de petróleo. Y cuando tú dejas de consumir tanto petróleo y empiezas a producir de manera autóctona renovables eres menos dependiente del exterior y te estás dejando menos dinero fuera. Es tan grande el cambio, es tan grande el cambio modal de consumo energético, ya no sólo para el coche sino para el propio país, que tiene que haber una visión, no tan acotada a lo saco de la gasolina y ahora lo paso a la electricidad, sino del impacto de la descarbonización de la economía, sobre todos los sectores productivos y también en el de las importaciones y exportaciones. La visión que tienen que tener nuestros gobernantes, sean del partido político que sean, o si no los técnicos que son los que realmente saben de esto en los ministerios, es que se tiene que ver el conjunto de todo lo que implica la descarbonización a nivel macroeconómico, no sólo del cambio de la gasolina a la electricidad.
P: ¿Cómo piensas que estará este país a finales de esta década a nivel de movilidad y electrificación?
R: A nivel general del país creo que vamos a pasar unos años muy complicados. No se sabe todavía la magnitud de lo que acabamos de vivir, pero me gustaría pensar que nos vamos a recuperar en dos años aunque lo veo difícil, desde el punto de vista macro y microeconómico. También creo que cuanto más se tarde en tomar medidas realmente estructurales sobre la capacidad productiva del país, más difícil lo veré. No podemos ir con el modelo productivo que tenemos hasta ahora, no podemos seguir intentando paliar las faltas que tenemos de industria a través de no hacer nada con nuestra propia industria y creo que como país tenemos que ser capaces de meter tecnología e inversión en I D, de atraer inversiones y para que eso se dé, tienes que dar una estabilidad jurídica, una seguridad jurídica y una estabilidad regulatoria. Lo hemos visto con Nissan, y al final las empresas tienen que tomar decisiones, seguro que para ellos no ha sido nada fácil tomar esta decisión pero al final tienen que relocalizar los recursos ante una crisis económica que entiendo que también ellos tienen y al final a quien afecta es al país donde se quita la inversión. Respecto a movilidad eléctrica no sé si llegaremos a los 5 millones de coches que dice el PNIEC –Plan Nacional Integrado de Energía y Clima-, pero sí que estaremos en un grado de electrificación muy alto, ya que no hay otro camino que no sea la electrificación del parque. Y eso pese al impacto que va a tener el Covid y lo que pueda pasar en el medio y largo plazo. Nadie está apostando por otro escenario que no sea la electrificación del transporte y aunque ahora tengamos un bajón o estancamiento seguiremos con la tendencia creciente alcista. Como país necesitamos que la gente tenga capacidad para poder comprar un coche eléctrico, necesitamos que la gente tenga empleo, necesitamos que tenga unas condiciones laborales dignas, necesitamos un entorno necesario más allá de una obligación de no vender coches diésel, que la gente pueda asumir el adquirir un vehículo eléctrico, aunque esto todavía lo veo complicado…
P: ¿Realmente el Gobierno cuenta con vuestra opinión a la hora de desarrollar un entorno donde vosotros sois los expertos?
R: Lo gobiernos y administraciones públicas escuchan en general y me consta que en este caso la administración central está escuchando mucho a la industria. Como representante de Endesa nosotros sí sentimos que tenemos un foro donde poder decir lo que creemos, aunque las decisiones al final se toman en función de otras muchas variables que afectan no solo a la parte que tiene que ver con nosotros, sino a otros muchos ejes que entendemos que están fuera de nuestra visión. Nuestra posición es firme, la movilidad eléctrica es hacia donde tenemos que ir y nuestro papel ha sido el de ser facilitadores y debemos seguir siéndolo. Ahora es momento de reactivar el país y en ese sentido todo lo que podamos ayudar humildemente como movilidad eléctrica, pues lo haremos. Seguiremos invirtiendo y que nuestros contratistas puedan seguir haciendo trabajos para nosotros será una doble alegría, casi te diría que sería muy feliz si conseguimos los 2.000 puntos de recarga al final de año pero más alegría me da cuando nos han llamado los contratistas al día siguiente del lock down y les hemos dicho que continuábamos. Te sientes un poco responsable de que esa gente siga adelante, y aunque no van a seguir viviendo exclusivamente gracias a Endesa por lo menos hemos podido quitarles un poco de ansiedad para que puedan seguir teniendo un plan con nosotros. También nuestros clientes nos han llamado para preguntarnos si seguíamos adelante con nuestro compromiso y les hemos dicho que sí, igual que los fabricantes automovilísticos, porque al final que la movilidad eléctrica salga adelante es un trabajo de todos.
P: Me llega el barómetro de la electrificación de Anfac y seguimos siendo los últimos de Europa creciendo menos que el resto. Esto es preocupante...
R: En España siempre hemos estado a la cola de muchas cosas, no sólo de la electrificación. Creo que hemos ido tarde. No es momento de lamernos las heridas aunque sí creo que estábamos cogiendo el ritmo necesario para que esto realmente se convirtiera en una realidad, y es cierto que se está logrando con muchos riñones por parte de la iniciativa privada. También es verdad que los fabricantes están llegando algunos tarde porque de repente han pasado de no haber hecho nada, a traer este año un montón de producto, y tenemos la desgracia de que cuando llegan, el Covid aparece para no ayudar nada. Los políticos definen los principios pero esto es un mal estructural que viene de hace una década cuando Europa empezó a moverse y nosotros le dimos una patada para delante a estos temas. Los españoles, en general, somos poco conscientes de las necesidades medioambientales y no estamos, de momento, dispuestos a gastarnos dinero en medioambiente. Esto tiene que ver con el ciudadano, no solo con los políticos. Ahora empezamos a querer renovables, con certificación, y esto es un pelín más caro pero la gente ya está dispuesta… Hay nórdicos en España que desde hace 10 años solicitaban esos certificados de calidad energética. Nosotros empezamos ahora. Con la movilidad eléctrica no pasa nada que no pase con otros aspectos como la reciclabilidad, que hemos ido por detrás también de Europa. Por otro lado tenemos una renta per cápita más baja. Seremos de los cinco grandes pero vamos por detrás de los otros cuatro. Culturalmente somos muy distintos y esto tiene impacto a la hora de comprar. Hay que facilitar al máximo que la gente tenga acceso a vehículos eléctricos y esto pasa por ayudas reales y cuantiosas para que se equiparen precios frente a modelos de combustión y por parte de operadores que la gente tenga donde cargar el vehículo. No somos Noruega ni aspiremos a serlo pero necesitamos que la gente desde nuestra realidad económica y cultural no solo funcione en base a multas y prohibiciones, sino que interiorice beneficios colectivos para la sociedad.
P¿Por qué hay tanto desfase entre comunidades autónomas a nivel infraestructura de recarga, incluso cuando son vecinas, con características muy similares? Y pienso en Galicia y Asturias…
R: Entre Asturias y Galicia la disparidad se produce por la apuesta de EDP por Asturias. Nosotros hacemos plan nacional donde no consideramos comunidades ni localidades, sino que intentamos desplegarnos por toda la geografía en una primera fase. Hay Comunidades donde es más sencillo instalar que en otras, los requerimientos no son los mismos en unas que en otras… Luego está la disparidad de ordenanzas municipales. En Madrid, Cataluña o Baleares, a nivel de comunidad solo tienes que hacer una declaración responsable y si en 15 días no te dicen nada una vez presentada la documentación, tú puedes empezar la obra. Luego hay Comunidades en España donde llevamos cuatro o cinco meses esperando respuesta para empezar. Las Comunidades lo pueden hacer más fácil pero son los ayuntamientos los que tienen la última palabra. Por ejemplo, en Cataluña las normas municipales prevalecen sobre las de la comunidad y tienes que intentar que ellos cambien las ordenanzas –no siempre lo consigues- cuando no guardan coherencia con la norma comunitaria. Y todo esto es tiempo y más tiempo. Estamos haciendo de apóstoles de la evangelización eléctrica y si es duro para nosotros, imaginaos para pequeños operadores… Necesitamos homogeneidad normativa, sin duda. Luego entramos en territorio de Comunidades referido a ayudas de planes y cada una lo ha instrumentalizado de una manera diferente. No son las mismas condiciones las necesarias en una comunidad que en otra para solicitar ayuda para la instalación de un punto de recarga. Para una misma instalación tipo, tienes que cumplir diferentes requisitos... Si hubiese unificación en los criterios todo sería más sencillo para que el despliegue de red fuese más rápido y efectivo. Los operadores privados tenderán a poner más puntos donde vean que hay más vehículos, más demanda. Si en Galicia no hay coches eléctricos, será más difícil… Echo en falta un plan nacional de Infraestructura y que se vea como un bien y necesidad común, igual que pasó en su momento a la hora de crear carreteras. Ese plan nacional debería buscar dotar de unos mínimos todo el territorio para dar una seguridad a los usuarios, y por supuesto que se garantice su ejecución. Si todo depende de la iniciativa privada pues nos encontraremos actores como nosotros desplegando a nivel general pero habrá otros operadores que decidan focalizar en una comunidad autónoma como decisión empresarial. Necesitamos un marco general que ponga unos mínimos de instalaciones que no se definan solo desde la óptica privada sino de dotación primaria de interés común.