La ITV es un trámite engorroso pero obligatorio y a su vez muy importante para la seguridad vial. Un coche nuevo debe pasar la ITV a los 4 años desde su primera matriculación, y a partir de dicha fecha pasará la inspección cada 2 años hasta alcanzar los 10 años. A partir de este momento deberá pasar la ITV todos los años.
Luces, neumáticos, carrocería, suspensión, interior, nada escapa al control de los técnicos de la ITV y todo debe estar en orden para conseguir la pegatina correspondiente y poder así seguir circulando con nuestro vehículo durante otros dos años.
El testigo MIL en la ITV
Si tu vehículo está matriculado a partir de 2008 y vas a pasar la ITV, debes tener en cuenta lo siguiente. Y es que desde hace algún tiempo, alertan de que los vehículos matriculados desde ese año que acudan a la inspección con uno de los testigos encendidos fallarán directamente la prueba.
Se trata en concreto del llamado testigo MIL. Cuando este testigo se queda encendido de manera esporádica o fija en el salpicadero del vehículo indica que hay algún fallo en el motor, lo que no queda claro qué tipo de avería hay. Sin embargo, si esta luz está encendida en el momento de pasar la ITV, será motivo de rechazo por considerarse un defecto grave, normalmente relacionado con la inyección, la combustión o el sistema de alimentación del vehículo.
En la ITV verifican el funcionamiento del testigo MIL mediante el chequeo visual. Se para el motor del vehículo y se acciona el contacto. En ese momento el testigo MIL se enciende, pero al arrancar el motor éste debe apagarse. Si no lo hace es posible que el vehículo tenga una de las siguientes averías: sonda Lambda, inyectores, bujías, válvula EGR, catalizador, filtro de partículas FAP, caudalímetros o sensor de RPM.

Cuando salta el testigo MIL, lo lógico es acudir al taller para reparar el defecto y, una vez solucionado, se borra el defecto en la centralita del vehículo. Si se borra de la centralita pero el defecto no se ha reparado, muy probablemente la luz en el salpicadero volverá a salir.
Al ser un trámite obligatorio, si en este caso el conductor sigue circulando con la ITV suspendida, puede suponerle una multa económica.
Estas son las multas de la ITV
Circular con la ITV sin haberla superado no es el único motivo relacionado con la Inspección Técnica de Vehículos que nos pueden acarrear una multa. Estas cinco sanciones tienen a la ITV como protagonista:
- Circular sin la ITV o con la ITV caducada: la sanción económica será de 200 euros, que se reducirán a la mitad con pronto pago.
- Circular tras intentar pasar la inspección y salir con un resultado desfavorable: la sanción es de 200 € o 100 euros con pronto pago.
- Circular tras pasar la ITV como negativa: la multa alcanza los 500 euros, sin posibilidad de reducir la cantidad con pronto pago.
- Circular con la ITV aprobada pero sin pegar la etiqueta en el parabrisas: es una práctica que supone una multa de 80 euros.
- Circular con la pegatina de la ITV en un coche que no la ha superado: está considerado un delito de uso de certificación falsa. La sanción no está definida, pero el Tribunal Supremo confirmó una condena de multa de 720 euros por este hecho a un conductor que llevaba la pegatina de la ITV conforme la había pasado y que tenía fecha de validez hasta 2019 cuando el coche tenía la ITV caducada desde mayo de 2016.