Las autoridades parece que ya no saben cómo actuar y cualquier iniciativa, si es nueva, parece ya buena al menos para probar. En un contexto europeo en el que la siniestralidad, lejos de reducirse en las carreteras, se estanca o en el peor de los casos incluso se agrava, marcando en 2024 en España una subida del 1,2% con un total de 1.154 personas notificadas como fallecidas en accidentes de tráfico, la última novedad que nos ha llamado la atención la hemos conocido de la ciudad alemana de Dresde.
Por si no fuese ya poco con nuevos límites urbanos más bajos, incluso con 20 o 30 km/h ya de velocidad máxima para proteger a los usuarios más vulnerables, con radares móviles que se instalan por un buen número de calles, con nuevas Zonas de Bajas Emisiones que impiden el acceso del tráfico rodado a muchos núcleos y con cámaras que comienzan incluso a detectar cinturones de seguridad o ITV en vigor, ahora nace una nueva iniciativa: la “Violación del mes”.
El infractor del mes, publicado en redes sociales
Así ha bautizado el Ayuntamiento de Dresde a una nueva estrategia que consiste en elegir cada mes a un infractor por la gravedad de su acto cometido en la ciudad, con el fin de exponer públicamente la infracción y llamar la atención, de esta manera tan inusual, sobre las conductas de tráfico más peligrosas y las dramáticas consecuencias que puede generar.
La acción se lleva ya a cabo en la ciudad desde este mismo mes de febrero de 2025, siendo la propia administración municipal de Dresde la que va a publicar cada mes una infracción de tráfico considerada especialmente grave y de la que tenga pruebas. La publicación se realiza ya a través de la propia página web y de las redes sociales que, como Facebook, ya dejan ver a ese primer infractor del mes que estrena la iniciativa.
Conducía a 96 km/h en zona con límite de 30
El primer caso elegido y expuesto ya públicamente este mes de febrero ha sido el de un conductor sorprendido en los últimos días conduciendo a 96 km/h en una zona urbana de Dresde con límite de solo 30 km/h, es decir, superando en más de tres veces el límite máximo de velocidad. La administración municipal acompaña la publicación con este mensaje: “La calle es muy estrecha, de unos 5,2 metros de ancho, y se encuentra en una zona residencial densamente poblada. Las personas o los animales pueden cruzar la calle en cualquier momento. A esa velocidad, podrían haberse producido accidentes graves con consecuencias graves”.
Una vez denunciados los hechos, el considerado ya como “infractor del mes” en Dresde se expone ahora a sanciones de durísimas consecuencias. En concreto, la multa prevista para este acto considerado grave se estima en 1.400 euros, además de tres meses de prohibición de conducir y la pérdida de 2 puntos del carnet de conducir. ¿Será suficiente para que no vuelva a cometer una conducta de este tipo? Ejemplarizante, sin duda, es la iniciativa y la sanción.
Ante esta nueva política, la comunidad de Dresde ha reaccionado con opiniones divididas ante la publicación en redes sociales de esta primera infracción. Muchos usuarios es verdad que han criticado la iniciativa, pero muchos otros han acogido sin embargo de manera positiva la estrategia, incluso solicitando sanciones más severas y duras. Hay quien, incluso, ya pide abiertamente al ayuntamiento de la ciudad que vincule próximamente las multas a los ingresos o que se revoquen de manera permanente las licencias de conducir en casos de infracciones extremas. Quizá medidas que serían demasiado exageradas.
Todos los datos son anónimos y los rostros, irreconocibles
Las autoridades municipales, eso sí, han confirmado que todos los datos personales serán siempre anónimos, mientras que los rostros y las matrículas de los infractores de tráfico serán irreconocibles. Y es que, entre los detractores de esta medida, las dudas sobre la protección de datos están generando también fuertes críticas al hacer públicas estas conductas en las que se puede llegar a reconocer a los infractores.
El Ayuntamiento de Dresde, sin embargo, justifica esta decisión en su política de efecto disuasorio a través de la atención pública, a modo de concienciar de una forma diferente a los usuarios de calles y carreteras. Queda ahora por ver si a medio plazo esta estrategia contribuirá a la seguridad vial.