Definido en su tiempo como el “SUV o todoterreno GTI”, este 4x4 de tracción permanente es ahora una interesante opción de los años 90 para los que buscan un SUV encantador y sólido de segunda mano, y también por conducción, motor y comportamiento.
También para los que codician un coche para salidas campestres con un buen desempeño sin esperar de él que sea un todo terreno superior, ya que no dispone de reductoras, ni de una gran altura al suelo, ni de grandes recorridos de suspensión.
Lo de RAV4 es por Recreational Activity Vehicle 4-wheel drive, o sea, Vehículo Activo Recreacional de tracción a las cuatro ruedas. Últimamente también es muy demandado para rutas fuera de carretera tan de moda ahora en España al estilo regularidad y donde sencillamente van de cine. En realidad, siempre aporta ventajas sobre ventajas. Es uno de esos coches que ha envejecido muy, muy bien.

El Toyota RAV4 siempre ha sido objeto de deseo
El éxito del Toyota RAV4 en su momento fue rápido, y con los años ha madurado hasta convertirse en un objeto de deseo del que hay oferta en los anuncios de segunda mano de todo el mundo, incluida España, pero que no llega a la cantidad de ofertas de otros automóviles del momento que se fabricaron y vendieron mucho más.
En nuestro mercado, un Toyota RAV4 decente ronda los 3.000 euros, y los mejores están entre 5.000 y 10.000 euros, aunque hay quien se atreve a pedir de vez en cuando una mayor cantidad en función del estado y, sobre todo, de sí tiene pocos kilómetros.
El Toyota RAV4 de primera generación, o MK1, se fabricó entre 1994 y el año 2000, y en versiones cortas con menos de cuatro metros de longitud y una batalla cortita, que son las más demandas y cotizadas en nuestro mercado. Pero también en cinco puertas (a partir de 1995, que se cotizan entre los 2.500 o 6.000 aún con bastantes kilómetros encima), que acababa con el fantasma real del poco espacio trasero de las versión de tres puertas en los asientos posteriores y especialmente de maletero.

En Japón hubo una versión eléctrica, y hasta buscando pueden comprarse algunos ejemplares con la parte trasera estilo descapotable (desde el pilar B hasta el portón trasero de apertura lateral) ahora mismo en España, eso sí, algo más caras por su mayor exclusividad y su “rareza”.
La robustez de este pequeño SUV, frente a modelos de entonces de la competencia (más o menos tardíos a este), como puede ser un Suzuki Vitara, es evidente tanto en sus materiales de construcción como en su chasis (monocasco). Como se decía entonces, la falta de diseño de aspectos como el salpicadero y otros pudo ser entonces un “pero”, aunque el tiempo ha demostrado que la calidad de aquellos materiales empleados (que por ejemplo no se queman con el sol), ni se deforman, ni se decoloran a menos de forma evidente, le han dado una merecida razón en todos estos años a los automóviles japoneses.
Pueden convertirse en versiones históricas con ventajas de uso
Como dice un amigo nuestro “los coches japoneses aunque estén mal funcionan bien”. Las primeras versiones, de 1994 y 1995, se pueden hacer históricas en España (requisito mínimo tener 30 años desde la fecha de fabricación o primera matriculación), por lo que también pueden suponer un ventaja en este sentido.

Las posibilidades de elección de un Toyota RAV4 de primera generación, fuera de las comentadas en tipos de carrocerías, conducen irremediablemente a una única motorización (en Europa). Es la mecánica atmosférica de cuatro cilindros de 2.0 litros de 16 válvulas y 129 caballos ubicada delante de forma transversal… muy accesible por lo general para tareas mecánicas.
Es el motor 3S-FE. Tanto éste, como la caja de cambios manual de cinco velocidades, procedían de otros modelos de la marca (algo habitual también hoy en día) como era el propio Toyota Carina. Chasis y otros elementos (suspensión independiente con multibrazo detrás) se basaban en la experiencia de otros tantos modelos de Toyota en el catálogo de ese momento. Eso es bueno (siempre) de cara a buscar piezas nuevas o usadas en caso necesario.
Se podían comprar RAV4 con o sin aire acondicionado, aunque la mayoría de las unidades que todavía circulan por España lo tienen, así como el doble techo desmontable que se abate ligeramente o se pueden desmontar fácilmente y guardarlos en el portón trasero (en algunas unidades incluso solo un techo, a veces eléctrico en los últimos años de fabricación, e incluso translúcido).

Tampoco hay opción a la tracción, siempre permanente a las cuatro ruedas. Ayuda que tiene bloqueo central que se acciona con un botón en el salpicadero y, en algún caso, hubo propietarios que optaron por una rara opción de diferencial trasero de deslizamiento limitado (Torsen), aunque es difícil encontrarlas así.
También hubo versiones con cambio automático de 4 velocidades, menos extendidas en España aunque se pueden encontrar también. Más o menos a mitad de vida, el RAV4 tuvo un restyling meramente estético en que los grupos ópticos cambiaban ligeramente, así como algunos detalles en la guantera y otros pequeños detalles, nada estructural o mecánico.
Ficha técnica Toyota RAV4 MK1
- Cilindrada: 1.998 c.c. Cuatro cilindros en línea de 16 válvulas (22º), atmosférico.
- Motor delantero transversal.
- Potencia: 129 CV a 5.400 rpm.
- Par máximo: 178 Nm a 4.400.
- Inyección indirecta.
- Transmisión: Caja de cambios manual de 5 velocidades; automática de 4.
- Suspensión: Independiente en ambos ejes. Delantera tipo McPherson con muelles helicoidales, amortiguadores telescópicos y barra estabilizadora. Trasera Multibrazo con muelles helicoidales, amortiguadores telescópicos y barra estabilizadora.
- Frenos: Delante discos ventilados de 300 m. Detrás por tambor.
- Largo x ancho x alto: 3,710 x 1,695 x 1,655 metros
- Batalla y vías: 2,20 y 1,46 /1.465 metros
- Peso: 1.150 kg. (5p, 1.220)
- Velocidad máxima: 170 km/h
- Aceleración de 0 a 100 km/h: 10,1 segundos