Tras meses de constantes subidas, parece que en las últimas semanas los precios de la gasolina y el diésel en España nos están dando un respiro. Pero aún con todo, se mantienen muy por encima de los valores que teníamos antes de la invasión de Rusia a Ucrania. De ahí que muchos conductores hayan cambiado sus hábitos de conducción para intentar alargar un poco más sus depósitos y visitar menos la gasolinera.
A finales del año pasado la DGT actualizó su Manual de Conducción eficiente, con una serie de consejos para aprovechar las posibilidades que ofrecen los motores actuales. Pero también repasa en este texto aquellos factores que más influyen en el consumo de combustible de un coche como circular con las ventanillas bajadas o la mala colocación del equipaje.
Los errores que aumentan el consumo del coche
- Uso del aire acondicionado. Para la DGT “Es uno de los accesorios con mayor incidencia en el consumo del combustible”. Y recomiendan mantener la temperatura entre 21-22 ºC.

- Conducir con las ventanillas bajadas. “Hace que se provoque una mayor oposición al movimiento del vehículo. La fuerza de rozamiento del vehículo y el aire aumenta. Para ventilar el vehículo lo mejor es utilizar los dispositivos de aireación”.
- Carga y equipaje. La DGT asegura en su manual que “Una mala distribución de la carga puede ofrecer mayor resistencia al aire y mayor inestabilidad provocada por la disminución de adherencia del eje delantero”. A lo que añade que “La colocación de una baca en el vehículo supone una resistencia al aire, con lo que si además incorporamos equipaje en ella incrementa el consumo de carburante notablemente”.
- Mantenimiento del vehículo. Los principales factores que influyen sobre el consumo de carburante y las emisiones contaminantes y que tienen que ver con el mantenimiento del vehículo son tres:
- Diagnosis del motor: Detecta averías ocultas que producen aumentos en el consumo y emisiones contaminantes.
- Control de niveles y filtros: Los niveles y filtros son muy importantes para mantener un motor en condiciones óptimas.
- Control de la presión de los neumáticos: La falta de presión provoca que el vehículo ofrezca mayor resistencia a la rodadura, con lo que el motor tiene que desarrollar mayor potencia para poner y mantener en movimiento al vehículo.

- La antigüedad del vehículo. La DGT estima que un vehículo nuevo contamina un 95% menos que los fabricados hace 20 años. Y para ello, hay sistemas en los propios vehículos que favorecen la reducción de consumo de combustible:
- Los cambios automáticos antiguos ahorran esfuerzos al conductor pero consumen más que los cambios manuales, mientras que los modernos pueden ayudar al conductor a economizar.
- Los turbocompresores aumentan la potencia y el rendimiento de los motores.
- El control electrónico del motor optimiza su rendimiento.
Consejos para una conducción eficiente
- Arrancar sin pisar el acelerador. La DGT recomienda poner en marcha el motor sin presionar el pedal del acelerador y luego ponerlo en movimiento: en los coches a gasolina, de inmediato; en los diésel, después de unos segundos, para que el aceite tenga tiempo de llegar en condiciones adecuadas a la zona de lubricación. En ambos motores el calentamiento se realiza con el vehículo en movimiento. Acelerar un motor que está frío lo desgasta mucho y consume más combustible.

- Usar la primera velocidad solo para el inicio de la marcha y cambiar a segunda lo antes posible.
- Apagar el motor en paradas prolongadas. El coche parado funciona a ralentí y aunque el consumo no es muy alto, existe, si se computan todas las paradas el consumo es elevado.
- Una buena anticipación y una distancia de seguridad adecuada. Nos permitirá advertir con suficiente antelación los imprevistos que puedan surgir en la carretera y así adoptar medidas para evitar situaciones inminentes. Para esto tendremos que circular ampliando al máximo nuestro campo visual dentro de la vía.
- Buscar la fluidez en la circulación, evitando los frenazos. En el momento en que se detecte un obstáculo o una reducción de la velocidad de circulación en la vía, levantaremos el pie del acelerador intentando evitar la frenada brusca. Esto es, frenar con el motor. Se trata de mantener el vehículo en movimiento por su propia inercia con una marcha engranada. Normalmente es el motor el que hace girar las ruedas pero en este caso (acelerador sin pisar y marcha engranada) son las ruedas las que arrastran al motor.