En algunos momentos las prisas o los malos consejeros hacen que tomemos decisiones de la que luego nos arrepentimos a posteriori. Por eso, aquí vamos a analizar de la forma más objetiva posible los aspectos más importantes que debes tener en cuenta a la hora de comprar un coche usado, porque si nuevos ya existe una gran variedad, no te voy a decir cuando entramos en el mercado de ocasión.
1. Una mala búsqueda
El primer error que podemos decir que es muy típico es la mala preparación a la hora de comprar un coche (aquí nos valdría para nuevo o usado). Nosotros ponemos nuestro pequeño grano de arena en nuestra sección de pruebas en donde encontrarás nuestras opiniones y valoraciones, a lo que podríamos sumar también las comparativas.

También en varias ocasiones hemos abordado temas relacionados con averías que aparecen a posteriori, con el uso, y que no suelen mostrarse en nuestros recién matriculados coches de prensa. De todos modos, con una búsqueda rápida en internet en plan “marca, modelo y problemas/averías” te servirá para encontrar a otros conductores que ya tengan el coche por el que estás interesado.
Otro error es pensar que todas las marcas y coches son totalmente fiables. Irremediablemente hablamos de máquinas, que se averían con más o menos frecuencia, independiente del logo que porten en su frontal. Por eso insistimos, una búsqueda rápida te sacará pronto de dudas.

Y, sin duda, cuidado con los consejos de vecinos o amigos cuya experiencia en el mundo de los coches puede ser reducida. Quizá lo que para ellos sea una maravilla, en tu caso no llegue a cumplir con tus expectativas mínimas. Al final, como todo en la vida, cada uno exige en la compra de un producto aspectos diferentes. Ante eso, no descartes nunca probar los modelos tú mismo, y si son varios mucho mejor.
2. ¿Seguro que tienes que cambiar de coche?
Este quizás no es el consejo que esperabas leer, pero tiene mucho sentido económico. No adoptes la actitud de pensar que “mi coche ya tiene muchos años, así que será mejor que busque algo para estar seguro”. Está claro que estás en tu derecho de cambiar cuando a ti se te antoje, pero piensa en esto: un coche que está bien mantenido no tiene porque sufrir problemas crónicos o averías serias (no estaría de mal tampoco la investigación comentada en el primer punto), ya que solo se estropeará en los casos menos inusuales.

También te puedes ver tentado por el nuevo y fascinante mundo del infoentretenimiento que según algunos están convirtiendo a los coches actuales en “tablets con ruedas”. Pero esta característica a menudo se puede instalar en los más antiguos, con sistemas encastrables o externos. Y de paso te olvidarás de molestas ayudas a la conducción con sus impertinentes pitidos.
3. Amplia tu radio de búsqueda
¿Un primo de un papá del cole de tu hijo tiene un concesionario de coches? Sin duda puede ser muy práctico y una recomendación a agradecer. Ahora, pensémoslo bien. Teniendo internet en donde podemos consultar numerosos portales de coches de segunda mano con opciones de todo el territorio, quizás podrás encontrar opciones potencialmente más baratas, más nuevas, más bonitas o incluso con un mejor mantenimiento.

Lo puedes hacer con una hoja de Excel en el ordenador o a la vieja usanza con papel y bolígrafo, pero te aseguro que si empiezas a comparar el mismo modelo con un radio ampliado a todo el país te vas a sorprender con las grandes diferencias que puedes encontrar entre un puñado de coches usados que a la postre son completamente idénticos. Incluso algunos portales de venta incluyen indicadores parecidos a un semáforo para que compruebes rápidamente si está barato o caro.
Esta tarea quizás provoque que tengas que desplazarte unos cientos de kilómetros por la geografía española. Ahora bien, el molesto viaje en tren, autobús o incluso en coche compartido se te olvidará al cabo de los días cuando veas tu coche usado perfecto aparcado a la puerta de tu casa para los próximos años.
4. No descartes las ventas privadas
Otra tendencia que suelen realizar muchos compradores es descartar de primeras al vendedor privado, dándole más importancia a los concesionarios. Si lo piensas, cada coche usado ha sido conducido por una persona, como mínimo, y en los compraventa nunca los podrás poner cara, ni saber su verdadera historia.

Imagínate ahora que encuentras un anuncio que te da una buena impresión. Quedas con la persona que es agradable y decente, le preguntas todas las dudas relacionadas sobre cómo ha tratado el coche y consultas junto a él o ella la carpeta con las diferentes facturas de las revisiones anuales mientras os degustáis un café. No suena nada mal.
Con esto no queremos cuestionar, ni mucho menos, el trabajo de los vendedores profesionales, que representan un cierto nivel de seguridad, especialmente para los compradores menos informados, porque pueden brindar un buen asesoramiento u ofrecer soporte en caso de posibles problemas técnicos y suelen ofrecer una mayor garantía.
5. La garantía no lo es todo
Un poco relacionado con el punto anterior, muchas personas confían en los concesionarios de coches porque les ofrecen una garantía más amplia ante las averías. Lo que tienes que tener en cuenta es que dicha garantía no es más que un tipo de seguro que el establecimiento contrata. Eso al final cuesta un dinero, que se termina reflejando en el precio del vehículo en cuestión.

Ahora bien, si hablamos de un coche premium y caro, con un coste elevado, en el que un pequeño defecto puede generar facturas elevadas de reparación, tiene mucho sentido apostar por la garantía. Pero para modelos pequeños y de bajo precio con tecnología sólida y probada (ver el primer punto), tendrían que aparecer muchos defectos para justificar el coste adicional de una garantía.
Sin olvidar, ya como último apunte, que hay que leer bien la letra pequeña de las garantías. Muchas de ellas solo son válidas los días “F” o no incluyen defectos de motor, transmisión, chasis, carrocería (pon aquí lo que se te ocurra), por lo que su valor real es igual a cero. Como regla de oro: si el proveedor de la garantía te parece un poco sospechoso, busque rápidamente en internet experiencias con ese establecimiento. Si todavía sigues teniendo un mal presentimiento, pasa a otro candidato.